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“Trip fish”, el cóctel de Amazónico (Madrid)
Dicen que un local tiene tantas caras como barmen tras su barra. Una afirmación que, más allá de un espacio o un estilo de música, se basa en la creatividad que cada uno de ellos pone en sus recetas y preparaciones de mixología. Un ejemplo de ello es este cóctel de Amazónico inspirado en Brockmans. Un local que visitamos por segunda vez, con una personalidad completamente distinta a la primera.
Hace unos meses, descubríamos los sabores de este nuevo local de referencia de la gastronomía y la noche de Madrid con un cóctel, Clover J Club by Brockmans, que ponía en valor uno de los ingredientes que lo han convertido en visita obligatoria de los amantes del ocio: su música. Esa selección de jazz que forma parte de la personalidad de una jungla urbana que reserva este particular hilo musical para su espacio más selecto, el Jazz Jungle Club.
Hemos vuelto a Amazónico para vivir una vez más ese ambiente clandestino que respira su club y para descubrir otra creación inspirada en Brockmans que invita, además, a realizar un singular viaje a través de los sabores del mundo sin salir del local.
Un auténtico homenaje a las raíces, vivencias y presente de un barman enamorado de su profesión.
Él es Marco Regini. Un joven bartender procedente de Florencia que, antes de aterrizar en esta selva de fusión que es Amazónico, ha recorrido el mundo para descubrir con el paladar sabores, aromas y perfumes que poder aplicar en sus creaciones. Una curiosidad que nacería en su tierna infancia cuando acompañaba a sus padres en el mítico Harris Bar de Florencia. El local que supondría el comienzo de su pasión por la coctelería.
Sería allí donde, escuchando el ruido de la coctelera, nacería su vocación. Un recuerdo infantil que quedó grabado a fuego en su memoria, y en el que la elegancia de movimientos de aquel barman se combina con la impresión que causó en Marco verle atender a cuatro clientes de nacionalidades diferentes en cuatro idiomas distintos.
Al impacto de aquel momento le siguieron sus años de formación en Florencia, Londres y Madrid para perfeccionar y saciar su apetito de aprender más y más de esta profesión que es pasión.
Y, en su haber de nuevas creaciones, esta inspirada en Brockmans: Trip fish.
Nombre del mixólogo: Marco Regini
Nombre del local: Amazónico (Madrid)
Describe tu local en pocas palabras: cocina innovadora, fusión y originalidad.
Lo mejor que has escuchado tras una barra: oír a un cliente entrado en años decir “¿el secreto de mi longevidad? Ir corriendo a mis bares favoritos”. Gran actitud.
¿Por qué crees que la ginebra es tan popular hoy en día? Por su increíble variedad y las infinitas posibilidades de mezclarla.
Si pudieras elegir una bebida antes de morir, ¿cuál sería? Un Old Fashioned.
Trip fish, ¿por qué lo has llamado así? Es un homenaje a un viaje alrededor del mundo. Una conexión de sabores, como la ruta que hizo Brockmans para crear esta elegante ginebra.
¿Con qué o quién recomiendas tomar este cóctel? Con alguien a quien le guste sorprenderse y vivir experiencias que le hagan salir de su zona de confort. Con una persona con alma viajera.
Ingredientes
- 50 ml. de Brockmans Gin
- Papaya
- Frutos negros del bosque
- 20 ml. de zumo de limas
- 15 ml. de jarabe de canela
- Bitter de ruibarbo
Elaboración
Preparamos un muddle (machacado de fruta) con la papaya y los frutos negros del bosque.
Mezclamos en una coctelera con hielo Brockmans, el jarabe de canela, el zumo de lima y el muddle.
Realizamos un doble colado antes de servir en vaso tiki piranha.
Terminar con un dash de bitter de ruibarbo.
Un cóctel que mezcla el exotismo de los viajes de un barman con alma nómada y curiosidad felina por descubrir a qué saben los distintos rincones del mundo.
Una receta perfecta para un Julio Verne de nuestros tiempos.