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Cinco cócteles de cine con ginebra

Quizás porque la coctelería forma parte de nuestra historia, el cine siempre la ha reflejado como protagonista secundaria de algunas de las mejores películas del celuloide. Una manera de marcar la personalidad de personajes de ficción pero, también, de poner sabor a amores, dramas e intrigas.

Así, le debemos al cine el convertir en eternas algunas recetas de coctelería que forman parte de nuestra memoria, pero también de nuestro presente. Porque es curioso descubrir que, incluso tantos años después, seguimos bebiendo de esa herencia legada por personajes inolvidables inmortalizados con un cóctel en la mano.

Rindiendo homenaje a esos personajes, hoy queremos destacar cinco cócteles con ginebra que pasaron a la historia por aparecer en una película.

Cócteles que continúan vigentes en las barras del mundo, no solo como tributo al pasado sino también como reflejo de que lo que fue una tendencia obligada por las circunstancias se ha convertido en un placer intemporal.

FRENCH 75 EN “CASABLANCA”

Cócteles de cine: French 75 en "Casablanca"

Empezamos con el clásico por excelencia de la historia del cine. Una película que, a pesar de su edad (nada menos que 74 años), es un visionado obligatorio para cualquier buen amante del cine. Una historia en blanco y negro retratada entre tramas, dramas y desencuentros con un escenario singular: el Rick´s Café. Un cabaret que jamás existió más allá de la ficción y que muchos han buscado en sus viajes a la ciudad marroquí.

La historia de amor entre Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, uno de los mayores sinsabores de la historia del cine, no podía sino vivirse con un cóctel a la altura: el French 75. Uno de cócteles más elegantes de la época que, todavía hoy, cautiva paladares por su singular mezcla entre ginebra, Champagne y el protagonismo cítrico del zumo de limón.

Un cóctel que continúa vigente todavía hoy sin perder ni una pizca de la elegancia de su pasado.

Cócteles de cine: French 75 en "Casablanca"

Brockmans 75, nuestra reinterpretación del clásico French 75

GIN RICKEY EN “EL GRAN GATSBY”

Cócteles de cine: Gin Rickey en "El gran Gatsby"

Aunque menos común que los demás de este post en las barras actuales, el Gin Rickey fue el cóctel por excelencia de los años de la prohibición americana. Uno que perdurará en el tiempo gracias a la pasión de un escritor, F. Scott Fitzgerald, que no dudó en convertirlo en la bebida icono de la escena clave de “El Gran Gatsby”.

Aunque en origen el Rickey se elaboraba con Bourbon, los años de la Ley Seca americana obraron el cambio en la receta ya que la ginebra no necesita de un envejecimiento (algo que multiplicaba exponencialmente las opciones de ser intervenido por la policía de la época).

Gracias a estos años de veto, hoy podemos disfrutar de una receta sencilla (dos partes de ginebra, una de zumo de lima y soda) que está en deuda con unos años de clandestinidad, lujo y creatividad tan fielmente reflejados en la película original.

GIMLET EN “EL SUEÑO ETERNO”

Cócteles de cine: Gimlet en "El sueño eterno"

Símbolo por excelencia de la novela negra, el Gimlet debe esta fama a la pasión de otro escritor. Gracias a Raymond Chandler, padre literario del detective Philip Marlowe al que dio vida (nuevamente) Humphrey Bogart en la gran pantalla, este cóctel nacido en los años de la Ley Seca no solo fue estrella invitada de la película “El sueño eterno” sino, también, de una saga completa de libros de misterio.

Tal era la pasión del escritor que no dudó en inmortalizar en una de estas novelas, “El largo adiós”, su receta del Gimlet no exenta de los comentarios del detective: “el verdadero Gimlet está hecho mitad de gin mitad de zumo de lima y nada más, deja pequeño al Martini”.

Cóctel protagonista en los speakeasy de los años 30 americanos, el Gimlet es todavía hoy uno de los combinados que reinan entre los amantes de los cócteles. Elegante y refrescante, su receta es un equilibrio entre el sabor de la ginebra y la intensidad cítrica de la lima. Un auténtico símil de la elegante ironía punzante que caracteriza al personaje de Bogart en la película.

Cócteles de cine: Gimlet en "El sueño eterno"

Brockmans Gimlet

TOM COLLINS EN “LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA”

Cócteles de cine: Tom Collins en "La tentación vive arriba"

Sensualidad y picaresca se dan la mano en una de las películas maestras de Billy Wilder que le dedica al Tom Collins la que es, quizás, la escena más íntima entre Marilyn Monroe y Tom Ewell. O, lo que es lo mismo, el encuentro que mantienen en el piso de ella mientras el singular “Rodríguez” encarnado por Ewell pretende conquistar a su vecina.

Quizás por su carácter refrescante, fue el cóctel elegido por Wilder para paliar el sofocante calor (de Nueva York y sus habitantes) que refleja la película. Ginebra, zumo de limón y jarabe de azúcar se mezclan en un vaso enfriado previamente para quitar la sed de manera placentera.

Cócteles de cine: Tom Collins en "La tentación vive arriba"

Brockmans Tom Collins

DRY MARTINI EN “AGENTE 007 JAMES BOND”

Cóctel de cine: Dry Martini en "Agente 007 James Bond"

Atribución: Eva Geneva

El Dry Martini es uno de los clásicos de la coctelería. Un auténtico icono de la elegancia y el glamour. Curiosamente y a pesar de haber sido inmortalizado en el cine en numerosas ocasiones, pasará a la historia en nuestras memorias por ser el cóctel por excelencia del seductor más peligroso de todos los tiempos: James Bond. Algo singular si tenemos en cuenta que, a lo largo de la saga del agente secreto, su bebida ha ido cambiando sin dejar por ello de identificar este cóctel con él.

Además del Agente 007 al que dio vida Sean Connery y que identificamos con el Dry Martini, muchos otros rostros lo han bebido en la gran pantalla: Marlene Dietrich, Humphrey Bogart o Mia Farrow son algunos de los que han sostenido la copa frente a la cámara.

Curioso el éxito de este cóctel si tenemos en cuenta la sencillez de la receta del Dry Martini. Una muestra más de que menos es, en muchas ocasiones, más.

Cinco cócteles para cinco películas diferentes que han marcado un antes y un después en la historia del Séptimo Arte.

Sin duda, formarían parte de la de la memoria de los cinéfilos sin la presencia de un cóctel con ginebra pero… ¿no saben así mucho mejor?