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Cinco tipos de hielos perfectos para coctelería
Lejos de ser solo un complemento en un gin tonic o cóctel, el hielo es uno de los ingredientes claves para disfrutarlos. Y, a pesar de lo que pueda parecer a simple vista, no solo influye en la temperatura sino que su calidad compromete el placer de disfrutar de un combinado.
Precisamente por su importancia, es fundamental elegirlo basándonos en unas premisas sencillas: que sea transparente, macizo, insípido y que esté muy frío. Un factor, el del frío, que aunque parezca una obviedad pasa muchas veces por alto, utilizando hielos que han comenzado a derretirse y que pierden agua. Algo que hará que la copa sea muy acuosa y estropee su sabor.
Si cumplimos de manera estricta con estos factores necesarios en el hielo, estaremos asegurándonos que el sabor de un cóctel no cambie, no aportando aromas no deseados ni perdiendo antes de tiempo la temperatura necesaria para disfrutarlo.
Tengamos en cuenta que el hielo aporta volumen a un cóctel a la vez que ayuda a crear una mezcla homogénea y, gracias a la su temperatura, permite sentirla de una manera más equilibrada.
No, no es un ingrediente cualquiera sino un protagonista más en la copa.
TIPOS DE HIELO EN COCTELERÍA
De la misma manera que elegimos la cristalería adecuada para cada tipo de cóctel, el hielo también es un carácter a mimar en una receta de coctelería. Porque, más allá de que sea en esencia agua en estado sólido, su morfología incide en el sabor de un combinado.
Una poderosa razón para descubrir el hielo más adecuado para cada tipo de combinado según su forma. O, lo que es lo mismo, según su capacidad de guardar la temperatura.
Hielo en cubos
Es, quizás, el tipo de hielo más popular por su versatilidad. No solo es el compañero habitual de bebidas largas sino, también, el hielo idóneo también para bebidas cortas, el gin tonic y los tragos On the rocks. Es imprescindible que este hielo sea macizo para preservar uno de sus principales atractivos: su larga duración y consistencia a la temperatura de frío correcta para un combinado.
Un motivo importante, la temperatura, para elegir siempre un hielo profesional. Así nos referimos a los cubos de hielo voluminosos, macizos y sólidos que secan el agua sobrante dentro de la propia máquina de hielo. El estilo de hielo que podemos encontrar en las gasolineras que, por su forma y tamaño, son perfectos para evitar que una bebida esté más acuosa de la cuenta o se caliente demasiado rápido.
Hielo Fizz
El más pequeño de los tipos de hielo para coctelería. Similar a una canica pero de menor tamaño o con forma cúbica, tiene la capacidad de enfriar rápidamente (por lo que se suele utilizar para el refrescado de cocteleras) y el gran inconveniente de derretirse con la misma velocidad.
Este tipo de hielo se utiliza fundamentalmente para cócteles dulces tropicales.
Hielo frappé
Es como se conoce en coctelería al hielo picado. Aunque su uso en coctelería se debe a su cualidad de enfriar rápidamente, también tiene una importancia estética en algunos cócteles. Su mayor inconveniente es que no mantiene estable la temperatura durante mucho tiempo, por lo que se derrite rápido. Un motivo por el que, en caso de que utilicemos este hielo para enfriar una coctelera, no volveremos a utilizar ese mismo hielo en el cóctel (ya que estaremos aportándole un hielo más próximo a su estado acuoso que consistente).
Ideal para combinados cortos y para los cócteles de estilo frozen.
Hielo granizo
También llamado Cobbler, es más consistente que el hielo frappé y mantiene durante más tiempo la temperatura. Consistente y transparente, tiene un gran peso estético en la presentación de cócteles que contengan sobre todo lima, grosella y otros ingredientes de colores llamativos, ya que este tipo de hielo ayuda a reflejar luz y colores.
Un matiz importante es que este tipo de hielo se utiliza únicamente en cócteles que no se remueven, ya que su presencia se ciñe únicamente al fondo del vaso o copa.
Hielo en esferas
Es el último de los tipos de hielo en llegar a las barras de todo el mundo y se puede considerar, incluso, una innovación reciente de la coctelería. El objetivo de este tipo de hielo, completamente redondo, responde a una búsqueda del sector por enfriar cócteles y bebidas con más calidad y equilibrio.
Mucho más que agua congelada. Uno de los mejores amigos de un barman pero, también, del destilado y de quien disfruta de un combinado.
Porque ¿quién se imagina un gin tonic sin escuchar el tintineo del hielo dentro de la copa?