Brockmans /
Hoteles para despertar los sentidos
Somos cada vez más sibaritas. Auténticos amantes de las experiencias, de vivir momentos que conviertan algo aparentemente banal en un recuerdo inolvidable. En sentir la piel, en despertárnosla como auténtico sabor imprescindible de vivir. Quizás por eso lejos de solo comer buscamos degustar… y también por eso, ya no solo buscamos solo dormir sino algo que va más allá.
Para dar respuesta a esa búsqueda de placeres, algunos hoteles han sabido diferenciarse y ofrecer auténticas experiencias. Atmósferas únicas para responder a los deseos de sus huéspedes. Y, precisamente porque los deseos son tan variados como los seres humanos, hay un abanico de posibilidades Like No Other para vivir una noche única de verdad.
No hablo de gastronomía (uno de los modelos más exquisitos para vivir experiencias diferentes en los hoteles) ni de dormir en edificios singulares (como conventos o iglesias reconvertidas para huéspedes). Más bien, propongo ir un paso más allá. Aparcar el paladar para descubrir esos lugares creados y pensados para ser escenario de despertar la piel como parte del placer de la estancia. Algo que puede sentirse en la singular propuesta de Ca Maria Adele: un impresionante palacete veneciano que ofrece cuatro experiencias Like No Other según los gustos de cada cliente. Sus suites son un auténtico templo para experiencias, diseñadas para generar diferentes sensaciones según lo que busque su huésped. Algo que no se queda solo en decoración: la experiencia sensorial se completa con el aroma de cada suite, personalizado con la temática de su espacio. Sensualidad o relax, así de amplio es el panorama de este hotel.
Precisamente jugando con el olfato, hay hoteles para los que su experiencia radica en transportar al huésped a través de diferentes aromas. Una propuesta sin duda original la de Milán: el Magna Par Suites. Un hotel que juega con las fragancias de sus diferentes espacios como una auténtica arma de seducción. Porque seduce transportarse por Italia sin salir de un edificio vanguardista en el que el huésped puede elegir donde dormir en función de sus gustos. Y van más allá: porque dormir entre sus paredes no es solo despertar el olfato sino, de paso, aprender a discernirlo. Como parte de la habitación se encuentra un kit para enseñar al huésped a reconocer olores.
Y, por último, una propuesta para sumergirse en fantasías tan personales como auténticas: Maison Moschino. Una auténtica inmersión sensorial no solo para amantes de la moda sino también de los espacios irreales e incluso surrealistas. Algo que nos permitirá, por ejemplo, dormir en una habitación que bien puede recordarnos a Alicia en el País de las Maravillas. Una mezcla entre lo onírico y la alta costura que, curiosamente, conquista a sus huéspedes a través del oído: cada habitación (todas recrean una atmósfera distinta) cuenta con su propio hilo musical, seleccionado para completar la experiencia.
Fotos | Italian Allure Travel, Travelling Shopaholic