Brockmans /
Así fue A Night Like No Other en Madrid
Una noche para despertar los sentidos y comprobar que atreverse a ser diferente supone una experiencia única. Así fue A Night Like No Other de Madrid: una experiencia sensorial en un entorno poco convencional en el que la expresión artística individual demostró que la originalidad tiene sabor Like No Other. Un lugar, la sala Neomudéjar, convertido en plató de rodaje. Un evento sensorial que supuso la primera secuencia de una película en la que la diferencia es la protagonista.
La próxima oportunidad de vivir otra noche de excepción será en Sevilla. Si quieres saborear la experiencia en primera persona, participa en nuestro sorteo y vive A Night Like No Other.
Vivir una experiencia única, despertar los sentidos y dejarse llevar por una noche en la que la originalidad reina es la máxima de A Night Like No Other. Una noche celebrada en Madrid el pasado 3 de junio que sorprendió a sus invitados, con una propuesta rompedora en la que misterio y sensaciones se conjugaban desde la entrada a la sala.
La instalación lumínica de la artista Luisa Álvarez daba la bienvenida a los asistentes con la primera experiencia de la noche: caminar sobre una particular alfombra de burbujas de agua. Un recorrido que, acompañado de la creación de neón de la artista, suponía una auténtica declaración de intenciones de lo que es Brockmans: “no more half mesures, dare to be different” (no más medias tintas, atrévete a ser diferente).
Dentro de la Neomudéjar, la noche no había hecho más que empezar. Una noche convertida en un escenario de cine en la que la escenografía de María Puig creó un entorno misterioso para experimentar cada una de las sensaciones que esperaban a los asistentes. Una sala en la que diferentes artistas musicales, selectos por su virtuosismo individual, interactuaban y tocaban en contacto con el público asistente. Una propuesta original e innovadora que permitió disfrutar de la expresión artística de batería, guitarra, scratch y violín (entre otros) de manera individual para deleitar como House Band a los asistentes después. Góspel, Rock y Funky combinados para deleitar a quienes pudieron vivir una noche para el recuerdo.
Esta banda sonora Like No Other que demostraba que estilos eclécticos pueden ser armonía envolvió a otro de los protagonistas de la noche: los diferentes artistas urbanos que pusieron su sello a través de actuaciones en directo. Además de poder disfrutar de la maestría de la artista Ana Alonso pintando simultáneamente con ambas manos, los asistentes pudieron saborear la personal manera de entender el arte del escritor urbano Sfhir quien, con sus graffitis luminiscentes en su número Lumen, se ganó la ovación de los 200 asistentes presentes en la sala.
Además de despertar el oído y la vista, la noche también despertó sentidos como el tacto (gracias al taller de percusión) o el sabor (no solo a través de Gimlet y Gin Tonic de Brockmans sino también a través de un espacio para poder olfatear los botánicos que hacen del sabor de Brockmans uno único). Una manera de vivir un Gin Tonic de Brockmans de una manera completamente única.
Un entorno diferente, una noche distinta, una manera Like No Other de experimentar. Así se vivió la primera de las tres A Night Like No Other que Brockmans celebrará a lo largo del año y que cuentan, además, con una sorpresa desvelada en Madrid: cada noche será una secuencia de la película dirigida por Pablo Vega. Cada espacio, marcado por la originalidad y la clandestinidad, un escenario de cine. Cada asistente, un protagonista de excepción para una manera distinta de entender la noche.