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Freddie Mercury, la creatividad en forma de hombre
Todos recordamos a Freddie Mercury como una leyenda del rock. Pero hoy te vamos a descubrir un personaje que siempre hizo lo que quiso, que demostró que tener confianza en sí mismo es la clave del éxito, que con su originalidad, talento y creatividad dio alas para volar a uno de los mejores grupos de rock de la historia y consiguió que el mundo entero se rindiera a sus pies. Sin duda, un personaje Like No Other.
El 5 de septiembre de 2015, Freddie Mercury habría cumplido 69 años.
Orígenes
Freddie Mercury nació el 5 de septiembre de 1946 en Zanzíbar, que por entonces era un protectorado británico (ahora es una región semiautónoma de Tanzania). Su nombre real era Farrokh Bomi Bulsara, y no fue hasta la época de Queen cuando cambió su nombre por Freddie Mercury.
Los primeros años de su vida los pasó en su ciudad natal junto a su familia, su hermana Kashmira y sus padres Bomi y Jer Bulsara, parsis de la región de Guajarat. Los parsis son miembros de la religión parsi o zoroástrica, basada en las enseñanzas de su profeta Zoroastro y cuyo dios es Ahura Mazda.
A los ocho años fue enviado a estudiar a St. Peter’s School, un internado británico para niños cerca de Bombay, India. Allí empezó a interesarse por la música, comenzó a estudiar piano y a cantar en el coro de la escuela.
En 1962, regresó con su familia a Zanzíbar, aunque por poco tiempo, pues la familia tuvo que mudarse a Inglaterra tras el estallido de la revolución de Zanzíbar, en 1964.
Fuente: Imgur.com
Inquietud creativa
Cuando llegó a Inglaterra, Freddie vio ante él un mundo lleno de oportunidades para dar libertar a su capacidad creativa. Criado en un hogar religioso, Freddie ansiaba relacionarse en círculos más liberales y empezó a estudiar artes gráficas y diseño en la universidad. Aquí empieza a relacionarse con artistas y conoce por primera vez a los que luego serían sus compañeros en Queen, Brian May y Roger Taylor. Por aquel entonces, ambos tocaban en un grupo llamado Smile y Freddie buscaba acompañamiento para empezar su carrera musical.
Tocó en numerosas bandas amateur como Ibex o Sour Milk Sea, pero Freddie, muy seguro de sí mismo y de su talento, no encontró su sitio en estos grupos.
Autor: Carl Lender
“No seré una estrella del rock, seré una leyenda” – F. Mercury
La creatividad de Freddie era inagotable y lo avalan sus 67 composiciones. De las 17 canciones que integran el disco recopilatorio de grandes éxitos de Queen, ” Greatest Hits”, 10 temas estaban escritos por Mercury: Bohemian Rhapsody, Killer Queen, Bicycle Race, Don’t stop me now, Crazy Little Thing Called Love, Somebody to Love, Good Old-Fashioned Lover Boy, Play the Game, Seven Seas of Rhye y el famoso himno We are the champions.
Pero sin duda, su gran aportación a la historia de la música fue Bohemian Rhapsody.
Bohemian Rhapsody supuso en aquel momento una ruptura de paradigma absoluta. Era el año 1975 y nunca antes se había mezclado la ópera con el rock, pero a Freddie nunca le importaron las reglas establecidas ni los límites, su creatividad iba mucho allá.
Según el Roy Thomas Baker, Mercury estaba tocando en su apartamento la nueva canción que estaba ideando. De pronto estaba tocando al piano cuando paró y dijo : “aquí es donde entra la sección de ópera”. Para la compañía discográfica, en aquel momento EMI, lanzar un single de casi seis minutos era arriesgado y estuvieron negociando con el grupo para que lo acortaran, pero afortunadamente se negaron a editarlo.
No solo la canción fue un éxito, el videoclip marcó un antes y un después en la historia de los videos promocionales. Por aquel entonces ya se habían hecho algunos vídeos para promocionar canciones, pero tras el éxito del vídeo Bohemian Rhapsody, las compañías discográficas empezaron a producir videoclips regularmente.
Ahora puede parecer desfasado, pero en aquel momento los efectos especiales, la cara de Freddie Mercury alargándose hasta el infinito en color azul o la colmena con todos los integrantes del grupo, fueron un estallido de originalidad y modernidad que solo podría venir de la cabeza de Mercury.
Aunque componer y cantar eran su fuerte, la inquietud creativa de Freddie Mercury era insaciable. También tocaba el piano y la guitarra y buscaba inspiración en otras disciplinas artísticas como la pintura. Si quieres ver algunos de los dibujos hechos por Freddie pincha aquí.
Queen, su mayor éxito
Cuando Tim Staffell, vocalista de Smile y amigo de Mercury dejó el grupo en 1970, Brian May y Roger Taylor contactaron con Freddie para que se uniera a ellos. Él aceptó y cambió el nombre a Queen. Un año más tarde, en 1971, se unió el cuarto componente del grupo, John Deacon.
Desde el principio, el grupo de rock destacó en Gran Bretaña. En 1973 grabaron su primer álbum “Queen”. Después vinieron “Queen II” y “Sheer Heart Attack” en 1974, pero no fue hasta 1975 cuando alcanzaron la fama mundial con el álbum “A Night at the Opera”.
“Siempre supe que era una estrella y ahora parece que el mundo está de acuerdo conmigo”- F. Mercury
Grabaron quince álbumes de estudio y ocho álbumes en vivo. Verdaderas joyas musicales únicas e inimitables que hacen de Queen un grupo irrepetible.
Freddie Mercury por su parte realizó importantes proyectos en solitario como el sencillo “The great pretender” o los álbumes “Mr. Bad guy” y “Barcelona”, este último grabado junto a Montserrat Caballé. De este álbum salió la canción homónima que se convirtió en el tema oficial de los juegos olímpicos de Barcelona del 92, un año después de su muerte.
El concierto como gran espectáculo
La banda británica fue una de las primeras en hacer de sus conciertos grandes espectáculos de luz, sonido y teatralidad de la mano de su carismático cantante.
Uno de los conciertos más importantes de la historia del rock fue el que la banda dio en el megaconcierto benéfico de Wembley LIVE AID en 1985, en el que también participaron otros artistas como Bob Dylan, Madonna, Tina Turner, Neil Young, U2 O Led Zeppelin. Sin embargo, entre tanta estrella musical, Queen destacó con notable diferencia.
Freddie Mercury en el concierto de LIVE AID de Wimbledon, 1985. Autor: kentarotakozawa
Cada grupo debía ocupar 15 minutos en el escenario y Queen tocó versiones acortadas de sus grandes éxitos mientras el público entregado cantaba todos los temas a coro con Mercury. Esta actuación fue elegida como el mejor concierto de rock de todos los tiempos en una encuesta musical, con el 79% de los votos de los usuarios.
Queen ha sido y es una de las bandas más exitosas del mundo, con más de 300 millones de discos vendidos. El legado de la banda en la industria musical es incalculable y su influencia posterior en numerosos grupos tan importantes como Muse o Foo Fighters, hacen que Mercury y los suyos vivan para siempre en nuestras memorias.
Autor: Carl Lender
Vida personal, sexualidad y SIDA
Freddie Mercury era famoso por no hablar de su vida privada con la prensa, pero nunca le importó mostrarse tal y como era en el escenario.
Antes de empezar a salir solo con hombres, Freddie mantuvo una relación sentimental con una mujer durante 6 años, Mary Austin. En 1973, Freddie le confesó a Mary que era bisexual, pero su relación no acabó ahí. Mary se convirtió en su mejor amiga, su protectora, su confidente, su persona de confianza. Tanto fue así que Mercury dedicó varias canciones a su amiga, la más famosa “Love of my life”. A su muerte, le dejó el 50% de su fortuna, los derechos de autor de su obra y su mansión de Kensington “Garden Lodge”. Además de la responsabilidad de esparcir sus cenizas, hecho que molestó a su familia. El lugar donde fueron esparcidas aún sigue siendo un secreto, tal y como quería Freddie. Sin duda, Mary fue el amor de su vida.
Fuente: Plasticosydecibelios.com
Después de su relación con Mary, Freddie tuvo múltiples relaciones con hombres. Mercury se refería a sí mismo indistintamente como gay o bisexual ante los medios.
Con Jim Hutton en 1885, llegó la última relación de larga duración de Freddie. Estuvieron juntos durante seis años hasta el día en el que Mercury falleció. Jim recibió 500.000 libras de su herencia.
En medio de esta relación, en el año 1987 diagnosticaron el SIDA que acabó con la vida del cantante en 1991. En aquella época, el SIDA era una enfermedad tabú poco conocida que se asociaba a los homosexuales. Freddie decidió contar la noticia a su círculo más cercano y seguir viviendo con normalidad hasta el final de sus días. Siguió siendo productivo musicalmente hasta que le fue físicamente imposible. Un ejemplo de superación que ayudó a muchos enfermos cuando la noticia se supo.
El 22 de noviembre de 1991, Mercury lanzó un comunicado de prensa reconociendo abiertamente su enfermedad y pidiendo unión para plantar cara a la enfermedad:
“Siguiendo la enorme conjetura de la prensa de las últimas dos semanas, es mi deseo confirmar que padezco SIDA. Sentí que era correcto mantener esta información en privado hasta el día de la fecha para proteger la privacidad de los que me rodean. Sin embargo, ha llegado la hora de que mis amigos y seguidores conozcan la verdad y espero que todos se unan a mí y a mis médicos para combatir esta terrible enfermedad. Mi privacidad ha sido siempre muy importante para mí y soy famoso por prácticamente no dar entrevistas. Esta política continuará”
Al poco tiempo de hacerse público este comunicado, el día 24 de noviembre de 1991, Freddie Mercury muere a la edad de 45 años por una bronconeumonía complicada por el SIDA.
“No me importa morir mañana. He vivido, en toda la extensión de la palabra”. -F. Mercury
Tras la muerte del intérprete, sus compañeros de grupo y Mary Austin fundaron The Mercury Phoenix Trust, una organización benéfica contra el SIDA.
Cinco meses después de su muerte, el 20 de abril de 1992, organizaron el concierto homenaje a Mercury para la concientización contra el SIDA. En él actuaron numerosos artistas como David Bowie, Elton John, Metallica, Guns N’Roses, entre muchos otros. Acudieron 72.000 espectadores, y fue retransmitido para 76 países.
Nunca sabremos cuántos éxitos más nos habría regalado Freddie Mercury si el SIDA no nos hubiera robado su talento y creatividad. Lo que sí sabemos es que nos ha dejado piezas musicales de valor incalculable, una deuda que la música nunca podrá devolverle. Gracias, maestro.
Estatua de Freddie Mercury en Montreux, Lago Lemán, Suiza
