Inspiración /
Cuatro famosos amantes de la ginebra
De “El Gran Gatsby” a uno de los personajes más singulares de Charles Dickens, la literatura moderna ha desvelado a un buen número de amantes de la ginebra. Personajes de la ficción literaria a quienes su creadores no dudaron en hacerles sentir auténtica pasión por una de las bebidas con más tradición de la Historia.
Lo curioso es saber que esa pasión no era más que un homenaje a la ginebra como compañera de la oscuridad y auténtica musa de la prosa de algunos de los literatos más famosos. Aunque la figura de Ernest Hemingway reina como auténtico embajador de la bebida, otros como F. Scott Fitzgerald o Tennessee Williams (defensor del Gin Fizz combinado con cítricos y claras de huevo) no pudieron resistirse al sabor de una buena ginebra.
Por eso mismo, no es de extrañar que sea este destilado uno de los protagonistas de la literatura del siglo XX. Acompañante de fiestas, protagonista de cócteles e, incluso, convertida en mito gracias al personaje de James Bond.
De entre todos esos personajes del papel, hemos seleccionado cuatro que disfrutarían de la compañía de Brockmans sin dudarlo.
JAY GATSBY- EL GRAN GATSBY
Estamos seguros de que no hubo una sola fiesta legendaria de las que se le atribuyen a este personaje literario en la que no estuviera presente la ginebra. Sin embargo, Scott Fitzgerald solo hace mención abiertamente a Gatsby bebiéndola durante una tensa conversación con Tom, el marido de su amante.
Gatsby ha reavivado el romance con la esposa de Tom, Daisy. Y, sin ánimo de guardar precauciones, está almorzando en casa de la pareja de recién casados. Buscando tiempo para estar a solas, Daisy le pide a su marido que prepare unas bebidas frías para su invitado. Una orden que Tom obedece y transforma en cuatro Gin Rickeys a toda prisa. Gatsby no duda en comentar sobre la elegante apariencia del cóctel, asegurando que era necesario “beberse rápido, como codiciosas golondrinas”.
Una decisión demasiado apresurada para saborear este cóctel realizado con ginebra que, curiosamente, se convirtió en el cóctel de la época gracias la novela.
JAMES BOND – CASINO ROYALE
A pesar de que, hoy por hoy, identificamos a James Bond con el Vodka Martini, en su primera aparición (en la novela “Casino Royale” de Ian Fleming), 007 pedía algo bien distinto antes de la gran partida de póker del libro: un Vesper, un cóctel basado en ginebra.
Es tal la importancia de ese momento en la historia de James Bond que, incluso, forma parte de su mito ese relato del libro en el que propio espía es quien le da al barman las instrucciones precisas para prepararlo bien: Dry Martini, tres medidas de ginebra, una de vodka y media medida de Kina Lillet con una rodaja de limón.
Como no podía ser de otra manera, el final de estas directrices es la ya famosa frase “mezclado, no agitado”.
WILKINS MICAWBER – DAVID COPPERFIELD
El siempre optimista personaje Wilkins Micawber bebe en numerosas ocasiones a lo largo de la novela su famoso ponche caliente. Una receta personal en la que mezcla ginebra con vino tinto de Madeira, limón y especias. Un cóctel que, a pesar del encarcelamiento y de la poca suerte de los oprimidos, mantiene al personaje de Charles Dickens con esperanza durante toda la novela.
El peso de su ponche a lo largo de la historia es tal que existe, incluso, un pasaje en el que se convierte prácticamente en protagonista. Después de una cena, la señora Micawber prepara la receta de ponche para su esposo y, según Copperfield, gracias a eso la velada se convirtió en extraordinariamente agradable.
AL OTRO LADO DEL RÍO – RICHARD CANTWELL
Se sospecha que esta obra literaria refleja en su personaje principal un auténtico alter ego de su autor: Ernest Hemingway. Curiosamente, para el escritor ésta era su obra más triste. Para otros, una auténtica carta de despedida del autor.
Richard Cantwell, el protagonista de esta novela, no solo es un coronel entrado en años al que el peso de las guerras en las que ha participado le acompaña. También es un reflejo de muchos de los episodios que marcaron la vida del escritor y, como no podía ser menos, de su pasión por la ginebra.
Página tras página, este personaje vive toda la historia relatada por Hemingway acompañado en casi todo momento por su singular receta: quince partes de ginebra y una de vermú.
Novelas que incitan a leer disfrutando de la compañía de un gin tonic de Brockmans. Una manera perfecta de compartir pasión con algunos de los personajes más fascinantes de la literatura.