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Botánicos de la ginebra: raíz de Angélica
Muchos de los botánicos que hay en Brockmans son conocidos por el amante de la bebida e, incluso, fácilmente reconocibles para un paladar experto: cilantro, limón y cáscara de naranja, moras y, por supuesto, la baya de enebro tan característica de la ginebra. Sin embargo, cada ginebra encierra otros muchos botánicos menos conocidos por el público común que, si bien no son tan reconocibles, son fundamentales.
Entre estos botánicos que pasan desapercibidos hay hierbas, especias, flores e incluso frutas que otorgan a un sabor características especiales. Botánicos que, junto con otros botánicos, construyen la personalidad de una ginebra aportando diferentes matices a su sabor. Si alguna vez te has preguntado qué botánicos hay en Brockmans, hoy te proponemos descubrir uno del que se habla poco y que es fundamental en una ginebra: la raíz de Angélica.
Un botánico presente en la receta de Brockmans que no solo ayuda a fijar sabores sino que, además, es vital para armonizarlos.
QUÉ ES LA RAÍZ DE ANGÉLICA
Como su nombre indica, se trata de la cepa de una hierba perenne que puede llegar a alcanzar los dos metros de altura. Su característica más singular, además de sus hojas de gran tamaño, es su robustez. Perteneciente a una familia vegetal muy amplia en la que también se engloban las zanahorias o el perejil, la Angélica es una planta con una extraordinaria capacidad de adaptación y distribución en climas fríos y húmedos.
Un motivo por el que, a pesar de tener su origen en Siria, es posible encontrarla en diversos puntos de la geografía mundial tan dispares entre sí como países del noreste de Europa, el Himalaya o Escandinavia, donde ya en época de los vikingos tenía usos medicinales.
Su singular nombre también procede de la tradición mágica del siglo XIV y son muchos los motivos populares por los que este botánico recibe un nombre celestial. Cuenta la leyenda que el botánico italiano Mattheus Sylvaticus tuvo una revelación del Arcángel Miguel, quien le instruyó en las propiedades curativas de esta planta. Una intervención divina si tenemos en cuenta que, según la leyenda, fue el mismísimo ángel quien instruyó al botánico en los remedios basados en esta raíz.
De su variado uso médico existe una amplia bibliografía que atestigua la raíz de Angélica como cura antiinflamatoria, antibacteriana e, incluso, como remedio mágico para el brote de Peste Negra que asoló Europa en el siglo XIV.
SU PAPEL COMO BOTÁNICO DE BROCKMANS
La importancia de la raíz de Angélica se debe a que en estos tubérculos (largos, gruesos y carnosos) es posible encontrar aceites esenciales de gran valor aromático y, según su procedencia, con notas almizcladas, cítricas o incluso florales. Aceites que, desde tiempos inmemoriales, se han utilizado para dar sabor a bebidas como el vermut y frutas en conserva.
La raíz de Angélica presente en Brockmans se selecciona en Bélgica y Sajonia por sus propiedades aromáticas singulares. Además de las características notas de tierra presentes su familia botánica, esta raíz aporta a la receta de Brockmans matices florales y cítricos que conjugan con el resto de botánicos cuidadosamente elegidos para la receta de esta ginebra Like No Other.
Añadido a sus características olfativas, la raíz de Angélica tiene otro papel fundamental en la mezcla de botánicos de Brockmans. Además de fijar los sabores de los demás botánicos que hay en Brockmans, es fundamental para armonizar los matices que éstos aportan a su receta. Un papel casi divino para poder disfrutar de una ginebra con personalidad propia.
No sabemos si celestial o fruto de la alquimia más cuidada, pero a buen seguro la próxima vez que saborees un gin tonic de Brockmans disfrutarás de su intervención mágica en su receta.