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Receta de salmón macerado en Brockmans
Uno de los placeres que hacen de Brockmans una ginebra única es su perfume. Con un aroma floral intenso de bayas y cítricos, gran parte de la experiencia de beberla se basa en su característico y atractivo olor inicial. Y es que su combinación de botánicos hace que Brockmans sea el acompañamiento perfecto para pescados. Para aquellos aventureros ávidos por experimentar con los sabores, hay una propuesta clave: el pescado marinado.
Una manera de sorprenderse con un juego de paladares y matices que tiene una firma muy personal: la de Rosie Llewellyn, una de las chefs más reputadas de la escena gastronómicas londinense. Una mujer que vive la cocina al máximo, convirtiendo su trabajo en una auténtica pasión. Por este motivo, se levanta al amanecer para preparar las verduras del servicio o dedica sus días de descanso a compartir tiempo con sus proveedores locales o con bloggers e, incluso, saca tiempo para asistir a eventos durante las tardes (antes de volver a casa a seguir testando nuevas recetas).
Es por esta dedicación en cuerpo y alma por lo que su singular propuesta de gastronomía pop-uo, A Little Lusciousness, no para de acumular valoraciones cinco estrellas por parte de la prensa local. Como colofón de su frenética actividad, esta chef enamorada de la cocina está preparando su propio libro de cocina.
Tras coincidir con ella en un evento, le propusimos un reto: jugar con uno de los clásicos de la cocina británica y el delicioso sabor de Brockmans.
Esta es la increíble receta.
RECETA DE SALMÓN MARINADO EN BROCKMANS por Rosie Llewellyn
Ingredientes
- Un kilo de salmón
- Dos remolachas
- 70 gr. de azúcar granulada
- 70 gr. de sal de mesa
- 120 ml. de Brockmans Gin
- La ralladura de un limón
Elaboración
Aunque es una receta de sencilla elaboración, lo ideal es que la preparemos con cierta anticipación con vistas a que el salmón se marine correctamente. Una espera que merece la pena si tenemos en cuenta que podremos disfrutar de un salmón con la textura del ahumado, pero con los matices de los botánicos de Brockmans y la remolacha.
Para poder disfrutar de esta delicia, comenzaremos picando en trozos la remolacha. La colocaremos en la licuadora con el azúcar, la sal, Brockmans y el limón. Lo mantendremos en ella hasta que logremos la textura de una pasta.
Disponemos esta pasta resultante sobre los lomos de salmón, y los enrollamos utilizando para ello film transparente. Con el pescado preparado de esta manera, lo colocamos en una bandeja en la nevera y, sobre esta, otra bandeja más con peso encima (que nos ayude a hacer fuerza, por lo que tendremos que elegir algo que sea pesado como latas grandes de conserva o frascos de salsa de tomate).
Durante dos o tres días, mantendremos el salmón en la nevera girando la bandeja de manera diaria en un par de ocasiones.
Transcurrido este tiempo, enjuagamos el salmón bajo agua fría y lo secamos con papel de cocina.
Para saborearlo, la recomendación de la chef es cortarlo en rebanadas muy finas y servirlo en blinis, tartaletas de canapés o panecillos tipo cóctel. Para acabar de redondear la propuesta, podremos acompañarlo de una mousse de salmón o verduras encurtidas.
Una deliciosa propuesta que revisa un clásico inglés, convirtiéndolo en una receta de vanguardia y con un matiz de excepción: deleitarse con la personalidad de Brockmans a bocados.