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5 claves del éxito del gin tonic en España
Lejos de ser esa moda pasajera que muchos auguraban hace unos años, la realidad supera a las predicciones: al gin tonic se le ha quitado la etiqueta de tendencia para convertirse por méritos propios es uno de los niños mimados de las barras de nuestro país. Un giro de timón con respecto a su pasado que es posible entender en cinco motivos.
De combinado “para mayores” a destilado que levanta pasiones. El ciclo de vida del gin tonic en España ha vivido un incremento notable en menos de una década. Unos años en los que, dejando atrás esa idea negativa que se tenía de este cóctel, los amantes de las barras españolas han optado por volver a darle una oportunidad a la ginebra. Algo que, lejos de decepcionar, ha superado incluso las expectativas de los más sibaritas.
Y es que en un cortísimo plazo de tiempo, los locales españoles dedicados a los alcoholes y la coctelería descubrieron no solo que la calle manda (y el cliente siempre tiene la razón, más si pide un gin tonic) sino que, además, la aparición de nuevas ginebras en el panorama de este destilado abría una puerta única a la experimentación. Ingredientes perfectos en forma líquida que descubrir, en los que profundizar y a los que sacarles provecho como parte de sus creaciones.
Así el denominado boom de la ginebra, ese que nos ha convertido en apenas unos años en el país que más consume esta bebida por detrás de Filipinas y Estados Unidos por ese orden, no ha sido flor de un día sino, más bien, la demostración de que esta bebida con tanta tradición tiene mucho que decir gracias a la vanguardia.
RAZONES POR LAS QUE EL GIN TONIC REINA EN ESPAÑA
Pero ¿qué nos ha hecho cambiar de opinión?, ¿qué factores han sido claves para que, lejos de ser simplemente algo en boga, el gin tonic sea a día de hoy el soberano de las barras españolas y con visos de no abandonar su corona?
Aunque está claro que los gustos personales de los amantes de los destilados entran en juego, veamos cinco razones de peso para encumbrar a este destilado y su compañera la tónica por encima de muchos otros; y hacer que sea la bebida de referencia (ya sea en gin tonic o en cóctel) para muchos.
1. Versatilidad
Lejos de sus predecesoras, muchas de las ginebras que podemos encontrar actualmente en el mercado se distinguen por su diversidad. Dejando atrás el paradigma de ginebra, esta nueva generación presenta cambios sustanciales en cuanto a matices y aromas que van más allá del enebro (esencia y protagonista de la ginebra prototipo). Un botánico que, lejos de ser prescindible, supone el alma de la ginebra pero que, en las denominadas ginebras de vanguardia, es la base para presentar otros muchos sabores y aromas.
Así y rompiendo con los cánones del pasado, a día de hoy podemos contar con una categorización de ginebras que no existía hace apenas unos años: florales, afrutadas, cítricas o especiadas. Un mundo de creatividad que no por eso le pierde respeto a la bebida original, pero que sí supone una apertura de espectro para quienes antes nunca habrían disfrutado de un gin tonic.
Añadido y de la mano del fenómeno de la ginebra, el amplio abanico de tipos de tónica existentes abre todavía más los horizontes del gin tonic tal y como lo conocíamos.
2. Frescura
A diferencia de otros combinados, uno de las principales señas de identidad del gin tonic es su frescura. Y es en este carácter refrescante en el que se basa parte de su éxito, ya que al contener menos azúcares que otras recetas se postula como un placer que, además, combate la sed.
3. Complejidad
Aunque no se puede generalizar, muchas de las ginebras que actualmente forman parte de esta vanguardia se distinguen por haber ido un paso más allá en la creación de sus sabores. Unos sabores que se pueden llegar a reconocer si decidimos catar ginebra a ciegas (para los más avezados en este mundo) por sus matices y la riqueza de estos.
En esta línea, ginebras como Brockmans Gin no ofrecen únicamente un sabor sino, más bien, una auténtica experiencia. Una en la que un gin tonic puede contar con perfumes tan sorprendentes como las moras negras, tan frescos como las naranjas amargas o tan especiados como la canela.
Conjuntos de botánicos que, en suma, nos dan la oportunidad de indagar en el aroma y el sabor de un gintonic como parte del placer de tomarlo.
4. Personalización
Sin duda, una de las claves del éxito del gin tonic en España. Como consecuencia de la versatilidad y la complejidad de las ginebras de nueva generación, el gin tonic ya no es un compartimento estanco sino que, más allá del Perfect Serve recomendado, está abierto no solo a la interpretación de cada bartender sino, también, al gusto de cada paladar.
Así y en función de nuestras preferencias, podemos encontrar una ginebra a nuestra medida. Una que condense los aromas y los sabores que buscamos en la copa o, incluso, en una curiosa aventura de experimentar distintas personalidades según cada ginebra.
5. Es el destilado de los barmen
Llegados a este punto, cabe preguntarse qué fue primero ¿la gallina o el huevo? Lo mismo sucede con la afirmación de que la ginebra se ha convertido en la bebida de cabecera de quienes crean detrás de las barras.
Quizás marcados por la demanda o, más bien, atraídos por ese floreciente mundo de las ginebras premium se han pasado a un mundo de aromas, matices y sensaciones ideal para despertar su creatividad y ofrecer una experiencia única cada vez que un cliente le reta con esa frase tan habitual de “sorpréndeme”.
Tal vez por algunas de ellas o por la suma de todas, esta copa que tiene orígenes medicinales ha dejado de lado la categoría de moda para convertirse en realidad.
Porque, más allá de las tendencias, si algo tiene el gin tonic es que le queda mucho tiempo de reinado a ambos lados de la barra.