El arte en la alta cocina: los platos como expresión creativa de los chef

Cuando vemos un plato espectacular, nos parece una verdadera obra de arte y, muchas veces, no somos conscientes del proceso anterior a esa creación en la que un cocinero plasma incluso su propia personalidad en cada detalle: en la manera de combinar los ingredientes, en la elección de la vajilla o, incluso, en los colores. Y es que el arte se ha colado en la alta cocina, como parte de la expresión artística de cada chef.

Un plato de alta cocina no es un conjunto de ingredientes que armonizan, o al menos no es solo eso. Hay toda una historia detrás. Un gran chef busca ilusionar al comensal, hacerle sentir emociones, llegar a tocar su corazón con cada bocado y para ello tiene que hacer un largo proceso hasta llevar el plato a la mesa.

Un proceso en el que creatividad y personalidad entran en juego para conseguir un objetivo: lograr un plato que no solo se coma con los ojos sino, además, perdure en el recuerdo.

LA CONCEPCIÓN DEL PLATO

Muchas veces un plato nace de un recuerdo del chef o de una ilusión. Otras veces viene de horas de ensayo y estudio hasta concretar lo que puede funcionar. Luego hay que diseñarlo, ver cómo presentarlo y qué tecnicas intervendrán en su preparación.

Jugar con los sentidos para crear trampantojos es parte del arte de la creatividad. Imagen: Nacho Manzano

Además hay que valorar ingredientes, costes, tiempos, y otros muchos factores. En muchas ocasiones, se comienza con un dibujo o diseño de lo que se quiere ofrecer.

LA COMBINACIÓN DE INGREDIENTES

Esto es muy importante. No olvidemos que al margen de su concepto y diseño, así como del emplatado final, estamos ante un plato que hay que degustar. Todos los cocineros tienen muy educado el paladar y saben qué ingredientes funcionan bien juntos y cómo deben cocinarlos para llevar a cabo su obra de arte.

Además de su valor estético, el reto del arte en la cocina es lograr el equilibrio de su sabor. Imagen: Sakena Ali

Como ejemplo, un bosque elaborado con chocolate en diferentes texturas de Paco Roncero, combina distintos ingredientes con maestría para conseguir un increíble efecto en la boca además de una gran presentación.

LA CREATIVIDAD DEL EMPLATADO

Este es el último instante, la rúbrica o brochazo final: una parte esencial de toda obra de arte, el montaje y presentación, que en Alta cocina se pone de manifiesto en todos los detalles, como la vajilla, el modo de servir algunos ingredientes y la composición visual resultante, que remata la creación del chef.

Es el momento en que el chef da sus últimos toques, justo antes de llevar el plato a la mesa, antes de rematar el plato como obra de arte.

La concepción del plato como una auténtica obra de arte en sí misma. Imagen: Portobay Events

Así llega el momento culminante, el momento de disfrutar el primer bocado y combinar los ingredienes, percibiendo en ese momento lo que buscaba el creador de la obra. Cerramos los ojos y… sí, es un momento Like no Other.