Si Brockmans fuese un personaje de Juego de tronos, ¿cuál sería?

12 de abril de 2015. Esa es la fecha que millones de personas tienen marcada en sus calendarios alrededor del mundo. Algunos incluso tuvieron que ir a comprar un calendario para poder marcar este día. La ocasión lo merece. El 12 de abril de 2015, HBO, esa cadena de televisión estadounidense que tantas alegrías nos ha dado, estrenará el primer episodio de la quinta temporada de Juego de tronos. La espera ha sido larga pero pronto llegará su fin. Pronto, podremos disfrutar de nuevo de una de las mejores series televisivas de todos los tiempos. ¿Por qué contamos los días? ¿Por qué estamos nerviosos? ¿Por qué nos gusta tanto Juego de tronos?

Atención: ¡spoiler! Para leer este post los lectores deberían haber terminado de ver la 4ª temporada.

Pues porque es una serie muy bien hecha. Las localizaciones, los decorados, el vestuario, el elenco actoral, los efectos especiales, la dirección… Podría decirse que la serie es impecable desde el punto de vista técnico. Sin embargo, si hay algo que destaca sobremanera en Juego de tronos es el guion. El trabajo de David Benioff y Daniel B. Weiss adaptando las novelas de George R.R. Martin a un contexto televisivo es sencillamente magnífico. La serie cuenta una historia en la que confluyen y se entrelazan múltiples líneas argumentales. Y de la misma manera, el protagonismo se reparte sobre las espaldas de diferentes personajes. Estos personajes son los pilares que alzan a Juego de tronos muy por encima de otras producciones televisivas.

 

LOS PERSONAJES EN JUEGO DE TRONOS

Juego de tronos es una serie absolutamente realista. No nos hemos vuelto locos. Hemos visto a los dragones, a los gigantes y hemos visto como el fuego valyrio teñía el cielo de verde en la batalla de Aguasnegras. Hemos visto a los caminantes blancos. Y a pesar de todo eso, Juego de tronos es una serie realista. Ese realismo está en los personajes.

En la mayoría de las series televisivas el perfil psicológico de los personajes está poco trabajado. No conocemos sus motivaciones personales, sus dilemas o sus contradicciones interiores. Simplemente se nos presentan a los buenos y a los malos, ofreciéndonos una visión maniquea de la realidad. El bien contra el mal. Una simplificación que acaba manifestándose a través de personajes planos, bien héroes o bien villanos. Personajes tan simples como sus propias motivaciones a la hora de tomar parte en el desarrollo de la trama. En Juego de tronos no sucede tal cosa.

Propongamos una adivinanza: ¿Qué oscarizada trilogía cinematográfica sería el equivalente a Juego de tronos en la gran pantalla?

De acuerdo, la pregunta tiene trampa, pero aun así, aquellos que habéis pensado en El señor de los Anillos (2001, 2002 y 2003, Peter Jackson) habéis fallado. He aquí la explicación:

Tomamos a los personajes principales de Juego de tronos. Los desnudamos. Les quitamos las armaduras y las espadas. Y los situamos en un escenario totalmente neutro, sin dragones revoloteando. Un escenario a semejanza del de Dogville (2003, Lars Von Trier). ¿Qué nos queda? Honor, supervivencia, miedo, violencia, amor, luchas dinásticas, venganza y un largo etcétera. Pero sobre todo nos queda la esencia de Juego de tronos: las luchas de poder. Ahora, para finalizar el experimento, imaginemos que esos personajes hablan con acento italiano. De repente, como por arte de magia, nos encontramos con El padrino (1972, 1974 y 1990) de Francis Ford Coppola. Palabras mayores.

Volvamos a Juego de tronos. ¿Cómo se refleja todo eso en sus personajes? ¿Quién es un personaje Like No Other en Juego de tronos?

En Juego de tronos podemos encontrarnos con personajes de diferente complejidad y profundidad psicológica. Esta complejidad viene a menudo definida por la postura del personaje con respecto a la dualidad que forman el bien y el mal.

Los personajes planos suelen ser buenos o malos. Punto. El espectador no necesita más. Las motivaciones de estos personajes vienen dadas por su propia naturaleza. Hacen todo aquello que el espectador espera que hagan. En Juego de tronos, un ejemplo de este tipo de personajes serían los caminantes blancos. En El señor de los Anillos, la equivalencia a los caminantes blancos serían los orcos. Ambos personajes son encarnaciones del mal en sí mismos. Nadie espera que un caminante blanco se enfrente a un dilema moral, o que exprese sentimientos humanos. Y esta deshumanización se refleja incluso en su apariencia física. Son malos y punto. Lo mismo sucedería, aunque con un nivel de complejidad mayor, con Joffrey Baratheon, con Tywin Lannister o con Ramsay Bolton. Son personajes que interesan en su justa medida al espectador, por la capacidad que tienen de cambiar el curso de los acontecimientos, pero no porque uno pueda sentirse identificado con ellos.

Por el contrario, los personajes más importantes e interesantes de Juego de tronos son aquellos que presentan una mayor complejidad psicológica. Son personajes motivados por emociones genuinamente humanas, como el honor o la venganza. Personajes que dudan, que manifiestan sentimientos encontrados y a menudo contradictorios. Personajes que representan la complejidad real de la existencia humana y que son capaces de sufrir metamorfosis a lo largo del transcurso de la serie.

Analicemos algunos de estos perfiles.

 

JOHN SNOW

El hijo bastardo de Ned Stark parece representar el papel de un mesías. Un personaje repudiado y enviado a la Guardia de la Noche. Al principio de la serie, motivado por obtener el reconocimiento de su familia. En la actualidad, su principal motivación es garantizar la supervivencia de los hombres. Para ello, trata de defender El Muro a toda costa. Era un héroe de libro y un personaje poco complejo hasta que aparece en escena el personaje de Ygritte. A partir de ese momento, John Snow comienza a replantearse las cosas. Se ve ahora motivado por el amor a Ygritte, por lo que se le presenta una disyuntiva: debe elegir entre cumplir su deber como guardián del Muro o dejarlo todo para unirse a los salvajes y poder estar así con su amada. Todo apunta a que John Snow tendrá un papel decisivo en el transcurso de la serie, sin embargo y de momento, no podemos considerarle un personaje Like No Other.

 

SANSA STARK

Durante cuatro temporadas ha sido, probablemente, el personaje más aburrido de la serie. Parecía no tener sangre en las venas y se ha pasado llorando la mayor parte de los planos en los que aparece. No tiene ninguna opción de ser un personaje Like No Other. Sin embargo, en el octavo capítulo de la cuarta temporada, La Montaña y la Víbora, su personaje da un giro en su actitud, algo que parece presagiar su inminente transformación. Durante su interrogatorio por la muerte de su tía Lysa Arryn, Sansa miente para encubrir a Lord Petyr Baelish. Han sido necesarios 38 episodios para que Sansa se dé cuenta de qué va la película. En la siguiente escena en el Nido de Águilas, Sansa aparece vestida de negro, con lo que los guionistas quieren remarcar la transformación del personaje a través de su vestuario.

 

CERSEI LANNISTER

El personaje de Cersei Lannister parece recorrer el camino opuesto al de Sansa Stark. En lugar de acercase hacia el lado oscuro, Cersei ya parte de él. Cruel y manipuladora, con la muerte de Joffrey obtendrá el pretexto para poder acabar con su odiado hermano, Tyrion Lannister. ¿Dónde está pues la complejidad de Cersei? En la bondad que muestra a través de su sentimiento maternal. A pesar de ser una mujer despreciable, el amor por sus hijos la hace humana y por ello, compleja e interesante.

 

JAIME LANNISTER

Jaime Lannister es en la cuarta temporada un villano redimido. Quien en tiempos fuese considerado un traidor, “El Matarreyes”, se nos presenta ahora como un hermano mayor protector que trata de defender a Tyrion, ayudándole a escapar de su cautiverio. Trata también de cumplir la promesa que le hizo a Catelyn Stark, para lo cual manda a Brienne de Tarth en busca de Sansa. El arco de transformación interior del personaje queda plasmado externamente con la pérdida de su mano derecha. La mano con la que blandía su espada. La que le convertía en un guerrero temible y, por ello, respetado. Ahora, se siente como un tullido, algo que le acerca psicológicamente a su hermano. Habrá que estar muy pendiente de Jaime Lannister en la quinta temporada, pero no es nuestro elegido como personaje Brockmans.

 

DAENERYS TARGARYEN

Estamos ante otro personaje de perfil mesiánico. Parece totalmente claro que la “Madre de Dragones” está destinada a ser uno de los personajes más importantes de Juego de tronos. Las dificultades y dilemas morales a los que se enfrenta en su lucha por recuperar el trono para la casa de los Targaryen aportan al personaje una gran profundidad y atractivo. Se mueve empujada por la justicia y la venganza. Su papel en la serie parece encaminado, desde el primer momento, a ser épico. Aun con todo, no es nuestra elegida.

 

ARYA STARK

Sin duda, uno de nuestros personajes favoritos. La pequeña Arya ha pasado de ser una chiquilla revoltosa a convertirse en toda una asesina implacable. La sed de venganza motiva esa inquietante transformación. Su viaje junto a “El Perro” nos ha dejado alguno de los mejores momentos de la cuarta temporada. Si tuviese edad para que la invitásemos a un gin-tonic sería considerada, sin dudarlo, un personaje Like No Other. De momento, nos conformaremos con ver cómo va tachando nombres de su lista.

 

TYRION LANNISTER

La oveja negra. Un enano en un escenario medieval, en el que su papel lógico sería el de un bufón. Y por el contrario, Tyrion Lannister se manifiesta como el personaje más complejo, inteligente y humano de Juego de tronos. Humillado constantemente por Cersei, Tywin Lannister y Joffrey Baratheon. El héroe sin gloria de la Batalla de Aguasnegras ha protagonizado los mejores momentos de la cuarta temporada de Juego de tronos y, para muchos, de lo que llevamos de serie. Si tenemos que quedarnos con un solo personaje Like No Other de todo el elenco de la serie, ese es Tyrion Lannister.

Si al principio de la producción se nos presentaba a Tyrion como un antihéroe de libro, un hedonista mundano, egoísta y fiel amante de las prostitutas y el vino, con el transcurso de los acontecimientos Tyrion se ha visto empujado a asumir una serie de responsabilidades. La forma en la que lo ha hecho lo convierte en un héroe inesperado.

Ciñéndonos a lo ocurrido en la cuarta temporada de la serie, destacamos tres momentos clave que nos determinan a elegirlo como nuestro favorito:

1. Su discurso durante el juicio por la muerte de Joffrey. La contestación verbal de Tyrion a 35 capítulos previos repletos de injusticias contra él. Absolutamente memorable.

2. El asesinato de Shae. La mayor contradicción a la que se ha enfrentado cualquier personaje de Juego de tronos. El ansia de venganza se apodera de él. En un mismo plano, podemos ver reflejados, a través de la expresión del actor Peter Dinklage, el dolor por la muerte de su amada, a quien él mismo está estrangulando, y la rabia al conocer su traición. Momentazo épico que le deja a uno el cuerpo del revés.

3. Los dos flechazos a Tywin Lannister. Atacar a tu propio padre con una ballesta mientras este se encuentra sentado en el retrete está al alcance de unos pocos elegidos. Esas dos flechas cargadas de justicia ya merecen, por sí solas, que elijamos a Tyrion como nuestro personaje Like No Other de entre todo el elenco de Juego de tronos. Resulta especialmente brutal la manera en la que el primer disparo corta el ritmo del diálogo que mantienen padre e hijo. Algo que choca con la práctica habitual de los guionistas de eternizar, con conversaciones poco creíbles, este tipo de situaciones, entorpeciendo el transcurso de la acción.

12 de abril de 2015. Toca esperar un poco más, pero el momento está cada vez más cerca. Entretanto, disfrutemos del tráiler de la quinta temporada.