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El té: una bebida gourmet que vuelve a estar de moda
Sommeliers, maridajes, aromas, bouquet, gustillo, sabor en boca… Aunque parezca que estamos hablando en términos enológicos en realidad nos acabamos de sumergir en el mundo del té, una bebida tradicional tanto en Oriente como en Occidente que ha vuelto a ponerse de moda con más fuerza que nunca independientemente de los numerosos beneficios que tiene para nuestro organismo. Porque tomar té siempre ha sido y será un placer.
La mayoría de los tés que se consume en la actualidad proviene de China, India, Sri Lanka, Japón, Taiwán y Suráfrica. Pero para los expertos en el tema sin duda el tema más importante no es su origen sino la calidad del producto: si el sabor permanece un tiempo en boca, así como el cha qi, la energía que genera, o que esté bien marcado su terroir, la influencia que tiene el tipo de planta que genera el sabor y el lugar donde se ha cultivado, o si viene de una hoja o un brote temprano, pues son las primeras hojas las que ofrecen los tés más exquisitos y delicados.
La experiencia de degustarlo.
Tan importante es dejarse aconsejar en este asunto por un profesional como acompañar su ingesta de toda una gama de sensaciones. Es por eso que cada vez se inauguran más salones de té en nuestro país, auténticos refugios donde disfrutar no sólo de una taza perfectamente infusionada sino de un ambiente que invita a disfrutarla sin interrupciones. Buenos ejemplos de ello son las teterías Margó, El Jardín Secreto o la Tetería de la abuela, en Madrid. O el Salón de té Al Yabal, para muchos un bar de copas disfrazado de tetería, donde se puede disfrutar desde gin tonics premium y cócteles hasta tés y repostería árabe.
En Barcelona también podemos encontrar muchos locales que se han sumado a la moda del té. Ejemplo de ello son las teterías La Clandestina y Usagui. Este último local no ofrece también una exquisita selección de pastelería y son reconocidísimos sus mochis, unos pastelitos glutinosos hecho con una base de arroz rellenos de judía roja, fresa, etc., perfectos para combinar con un buen té de origen japonés.
La modernidad por encima de la tradición.
Lejos ha quedado ya la costumbre del “té de las cinco” o de tomar un té acompañado de pastas. Ahora es el maridaje bien estudiado lo que se impone entre los más entendidos. Por ejemplo, los sabores empalagosos se pueden acompañar con té negro ahumado (lapson souchong); para las comidas ligeras usar oolong; para las picantes y especiadas, el verde; y para quesos maduros, el earl grey. En definitiva: hay que olvidarse del tradicionalismo, romper con las convenciones y hacerle un hueco a las combinaciones atípicas. Y ¿por qué no?, tomar un té acompañado de tu ginebra favorita.
Fotos: Natalie en Flickr.com, Tetería El Jardín Secreto, Tetería Usagui