Encontrar una actividad que sea entretenida, útil y que nos ocupe unas horas es una tarea interesante para todos. En los últimos tiempos, las escuelas de cocina se han convertido en una nueva forma de ocio que cada vez gana más adeptos.

Seas o no un cocinillas, a todos nos gusta lucirnos cuando queremos preparar una cena especial o cuando nos visitan familiares y amigos. Por eso, tomar unas lecciones y aprender técnicas básicas de cocina es muy conveniente.

Con la incorporación a la parrilla televisiva de numerosos programas dedicados a la cocina, cada vez sabemos más de sabores, contrastes y texturas, e incluso nos atrevemos a emplatar cuidando el aspecto de lo que cocinamos.

Las escuelas de cocina son algo tradicional en la oferta formativa, pero dejando a un lado a los que acuden a ellas buscando salidas profesionales, cada vez son más los que acuden a ellas para realizar talleres de cocina, cursos cortos o a divertirse mientras aprenden técnicas básicas.

Aprendiendo a emplatar

Cursos de cata de Gin&Tonics, talleres de arroces o de cocina japonesa, o clases de estilismo en la cocina tienen cada vez más demanda entre jóvenes y adultos. Como hay muchos que duran unas horas, una tarde, es frecuente adquirirlos como regalo original para aniversarios, cumpleaños y otras celebraciones.

El conocimiento e incorporación a nuestro menú de platos extranjeros ha aumentado la oferta de clases de cocina mexicana, peruana, clases de sushi, y todo tipo de recetas que fusionan la cocina mediterránea con otras más exóticas.

Los precios de estos cursos cortos y talleres están al alcance de todos ya que suelen estar en torno a los 75 euros el taller, incluyendo además de la clase la degustación de la cena preparada durante el taller y la bebida de acompañamiento.

Escuelas profesionales

Además de las Escuelas de Hostelería y Turismo oficiales que existen en casi todas las provincias, encontramos también escuelas privadas como Le Cordon Bleu en Madrid, que imparte cursos profesionales para obtener la certificación Le Grande Diplome o titulaciones de cocina y repostería o la Escuela Hoffman en Barcelona cuyo título tiene mucho prestigio.

Participantes en un taller de cocina

Escuelas para aficionados

Escuelas de cocina como las de Sueños de Cocina  o Kitchen Club, nos permiten aprender a cocinar mientras nos divertimos. Ambas imparten cursos y talleres durante todo el año y resultan idóneas para hacer una toma de contacto con esta nueva forma de ocio.

La Escuela de cocina Telva es otra escuela tradicional más centrada en cursos de mediana duración que en talleres cortos. También son muy frecuentadas por los aficionados a cocinar otras escuelas como A punto, Alambique o ApetitOh en la ciudad de Madrid.

En Barcelona, los talleres de la Cookiteca son un clásico para disfrutar de unas horas de ocio práctico, así como los cursos de  Espai Boisà. Coquus o la Escuela Bellart, donde tienen cursos y talleres para todos los niveles.

Regalar un taller de cocina o adquirirlo para ir uno mismo, ya sea solo o en pareja, es una excelente forma de divertirse, ampliando conocimientos y disfrutar de un ocio diferente. ¿Has ido alguna vez a una escuela de cocina?

Fotos | BecTor