Inspiración /

Graffiti, el estallido de color de Londres

En Londres todo es posible. Como dijo el bueno de Oscar Wilde, maestro de citas y aforismos, “el hombre que puede dominar una conversación en Londres puede dominar el mundo”. Londres es esa ciudad europea en la que conviven las antípodas, donde todo se da la mano. Donde lo viejo y lo nuevo se enfrentan en armonía continuamente.

El London Eye frente al inmutable Big Ben, la intermitencia de Picadilly Circus frente a la serenidad de Westminster, la ordenación de Shakespeare y el caos de Jack el Destripador, la eterna reina Isabel y el Duque Blanco, David Bowie. Así que, saltándose las normas tradicionales y con una todavía cierta retranca victoriana, Londres se reinventa por enésima vez.

A PESAR DE SER ILEGAL, EL GRAFFITI INVADE EL ESTE DE LONDRES. IMAGEN: PUG GIRL

A PESAR DE SER ILEGAL, EL GRAFFITI INVADE EL ESTE DE LONDRES.
IMAGEN: PUG GIRL

La calle vuelve a mandar, como en aquellos tiempos gloriosos del punk, y la urgencia de los mensajes en forma de graffitis se ha convertido, últimamente,  hasta en reclamo para los tours más exigentes. El arte urbano, nacido de la rebeldía y el desencanto, tiene la potencia de cambiar a cada paso, y no hay una pared que aguante más de dos jornadas sin lanzar algún mensaje, aullando en todos los colores y texturas.

UNA AUTÉNTICA OBRA DE ARTE EN UNO DE LOS MUROS DE LA CALLE BRICK LANE. IMAGEN: KYLA BORG

UNA AUTÉNTICA OBRA DE ARTE EN UNO DE LOS MUROS DE LA CALLE BRICK LANE.
IMAGEN: KYLA BORG

Londres, que aún se toma el té con pastas con todo su ritual, donde de vez en cuando los estudiantes protestan con airada mirada e ínfulas de guerreros, se lanza al grafitteo, algo que por cierto sigue siendo ilegal en este país.

LOS TESOROS CALLEJEROS DEL ESTE DE LONDRES

Son precisamente los barrios del Este los que más albergan tesoros callejeros, destacando Shoreditch, recién recuperado barrio cool donde los visitantes se arremolinan en torno a un paisaje industrial que antes albergó industrias del textil convertidas ahora galerías de arte o bares de moda.

EL BARRIO DE SHOREDITCH HA VIVIDO UNA AUTÉNTICA TRANSFORMACIÓN GRACIAS AL ARTE URBANO. IMAGEN: BERIT WATKIN

EL BARRIO DE SHOREDITCH HA VIVIDO UNA AUTÉNTICA TRANSFORMACIÓN GRACIAS AL ARTE URBANO.
IMAGEN: BERIT WATKIN

 

El barrio se ha transformado, además, en escaparate para graffiteros y amantes del street art. No hay pared que se escape a su poder, las plantillas con diseños de miles de colores ocupan todos los muros de cemento y de ladrillo de este lugar como si de un auténtico movimiento okupa se tratara.

EL STREET ART PONE EN VALOR SU CARÁCTER DE ILEGAL EN GRAFFITIS COMO ÉSTE. IMAGEN: BERIT WATKIN

EL STREET ART PONE EN VALOR SU CARÁCTER DE ILEGAL EN GRAFFITIS COMO ÉSTE.
IMAGEN: BERIT WATKIN

Los vagones de metro tampoco se escapan al poder de estos artistas fugaces, invisibles, hambrientos de nuevos espacios vacíos para dejar allí sus huellas. Las intervenciones en las calles van más allá del mero graffiti de bombardeo: letras y diseños hechos con plantillas, carteles, grandes murales que en ocasiones necesitan para su realización de andamios y grandes escaleras…

GRAFFITI EN PARED Y EN ESCULTURA

Es imposible no rendirse a las obras de artistas como Burning Candy, Space Invader o Farto, graffiteros que recorren medio mundo con sus imágenes y que aquí son considerados herederos del descaro de Bansky. Burning Candy destaca por sus intervenciones en grandes murales o incluso en galerías de arte underground donde pone a disposición del público un escaparate de monstruitos, calaveras y otros seres con enormes dientes devoradores y muecas grotescas.

Animales imposibles son parte de la tendencia del street art londinense.  Imagen: sdasd

Animales imposibles son parte de la tendencia del street art londinense.
Imagen: Garry Knight

Diferente es el propósito de Space Invader, un colectivo mundial que pretende dominar el mundo a base de pequeños marcianitos, con forma de comecocos. El padre de dicha invasión es un francés anónimo que incluso ha generado una web desde donde podemos ir viendo la lenta, pero progresiva, invasión de los seres de otros planetas. Desde el Flickr de Probs podemos ir contemplando sus últimas intervenciones completas que nos recuerdan a la estética del heavy metal, el mundo del comic y cierta influencia a los universos de Moebius.

Pequeños cocemos invaden la ciudad de Londres en lo que es una auténtica tendencia mundial. Imagen: Prank Sky Media

Pequeños cocemos invaden la ciudad de Londres en lo que es una auténtica tendencia mundial.
Imagen: Prank Sky Media

Pero no sólo de pintura viven estos ávidos artistas, también experimentan con la escultura y la escayola. El portugués Alexandre Farto coloca pequeñas cargas explosivas en las paredes para originar desconchones; posteriormente rellena esos huecos con yeso para de esa forma modular y construir formas. Las paredes están vivas, una extensión de lo que sucede en las calles.

TOURS DE ARTE CALLEJERO

Lo cierto es que este arte efímero que renueva cada semana sus graffitis  permite disponer de tours totalmente dinámicos, vivos. Los mismos graffiteros, artistas con sus sprays en las mochilas, se encargan de explicar a los turistas los distintos tipos y estilos de pintadas que existen en este museo al aire libre.

Los tours para contemplar el Este de Londres se han convertido en un reclamo turístico de la ciudad. Imagen: Traveljunction

Los tours para contemplar el Este de Londres se han convertido en un reclamo turístico de la ciudad.
Imagen: Traveljunction

Política, contestación, atrevimiento, cierto anonimato, el arte callejero es rico en matices y propuestas. Desde la web Street Art London, por ejemplo, podemos reservar nuestra primera ruta por el barrio más graffitero de la capital inglesa. Visitas entre semana y también los fines de semana por un precio módico: entre 12 y 15 libras.

Londres despierta de su letargo milenario y vuelve a echarse a las calles. El God Save The Queen de los Sex Pistols estalla ahora en las paredes de una ciudad capaz de reinventarse una y otra vez.