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La bohemia de Budapest

Ruin Bar Super8, Budapest

Sin duda reciclar está de moda. Es trendy, sano, ecológico y hasta puede ser artístico. En Budapest, el reciclaje se lleva un paso más allá: hasta las mismas entrañas de sus edificios. Singulares cnstrucciones en pleno corazón de la capital húngara, marcadas por los duros años del comunismo y un especial encanto decadente, se llenan de testimonios de todo tipo, de vestigios de historia y de historias de lo más variopinto. Algunos de estos emblemáticos edificios se han convertido, mejor dicho, reconvertido, en los llamados “bares en ruinas” o “ruin pubs” de Budapest.

Son lugares curiosos y sorprendentes, con una decoración asombrosa, llenos de coloridos espacios y estancias originales en las que dejarse seducir por la vida bohemia y el arte. Son lugares donde, tanto los locales como los viajeros, acuden para charlar, tomar una copa, picar algo, pasar un agradable rato de lectura, disfrutar de proyecciones y tertulias, conocer a gente interesante de cualquier rincón del mundo, aprender algo nuevo… Los recovecos de estos bares enamoran.

Salita en el bar Super 8, Budapest

Salita en el bar Super 8, Budapest

El Super8 es el primero en mi lista: multicultural, shabby-chic, esencialmente adornado con luces toda suerte de artefactos, gran lugar para tomar un gintonic y relajarse a la orilla del Danubio.

La vida nocturna y bohemia de Budapest ha recuperado estas construcciones avocadas a un terrible destino, y las ha puesto en el candelero al rojo vivo. Los aclamados bares en ruinas se distinguen por sus muebles de diseño, la cantidad de detalles que los adornan, que podrían haber salido de un centenario baúl de los recuerdos o de mercados exóticos, aire retro, carácter propio. Vuelven locos a los más jóvenes y atraen las miradas de personas de todas las edades.

Uno de los más famosos, el Szimpla, recuerda a la noche berlinesa donde, además, tiene un homónimo: otro bar Szimpla que, de alguna forma, conecta estas dos ciudades así como a sus visitantes. Alberga un escenario para obras de teatro, actuaciones diversas, conciertos, exhibiciones e incluso talleres.

Cada uno de los ruin pubs tiene un estilo propio, una atmósfera y energía únicas. Jardines, interiores, laberintos, terrazas… los bares en ruinas están en realidad abiertos durante todo el año. Son diferentes. Desde viejas fábricas hasta antiguos palacetes que parecen sacados directamente de la época floreciente del Imperio Austro-Húngaro, con su encanto elegante y marchito, rejuvenecidos gracias al pop art. Dignos de ver por su originalidad. Puedes visitar varios de estos innovadores bares en los distritos VI, VII y VIII, y dejarte seducir y sorprender por su estilo, sus adornos y su bohemia clientela.

Fotos | @anapiccola | @tripwolf_es