Brockmans /
Navidad, shopping like no other
En Navidad llega la época del shopping por excelencia. Los mercados urbanos se transforman en colecciones de variopintos puestos nos facilitan las cosas a la hora de encontrar regalos para los nuestros. Los artesanos y comerciantes con los coloridos escaparates y stands, nos ayudarán a encontrar todo lo que buscamos: obras de arte, antigüedades, artesanía, objetos de colección y hasta auténticas gangas. Sólo hay que localizar bien estos mercados de Navidad y lanzarse a recorrerlos.
Europa, y sobre todo en el centro del viejo continente, luce mercados llenos de tradición e historia. Aunque ya casi ningún país europeo puede escapar a la multitud de puestos que aflora en estos frenéticos días ¿sabes cuál es el mercado navideño más antiguo del planeta?
Oficialmente y según la primera documentación escrita, el más legendario es el de la ciudad de Dresden. Como no podía ser de otra manera, el más antiguo tenía que estar en Alemania, cuna de estos mercados. El Christkindlmarket de Dresden se remonta nada menos que a la primera mitad del siglo XIV. Le siguen en antigüedad otros dos imprescindibles: el de Estrasburgo, de 1570; y el de Nüremberg, de 1628. Por contra, el más joven se encuentra en la preciosa y medieval ciudad de Tallin, ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Desde luego, si te gustan las compras, no puedes perderte además los fantásticos mercados londinenses. La capital del Támesis, tan famosa sus variados mercados durante todo el año, no podía por menos que acondicionar todos ellos para las compras navideñas. Una vez en Londres, la ruta es extensísima y debes incluir los de siempre: Camden, Portobello, Borough, Notting Hill…
El mercado de Navidad de Praga es, probablemente, el que ofrece junto al de Bremen las imágenes más románticas y clásicas. Como de cuentos de hadas para las largas y oscuras tardes de invierno, cuando la Navidad sabe a regalos, música y castañas calentitas.
Y, por supuesto, París. Cómo no, la ciudad de la luz, con el Sena y la Tour Eiffel de fondo. hacen de los Jardins du Trocadéro un paseo incomparable.