Brockmans /
“Purple Rain”, el cóctel de Izizi Nunnak (Palma de Mallorca)
Hace apenas un año que Izizi Nunnak abrió sus puertas. Y, sin embargo, en esos poco más de doce meses ha logrado ganarse un lugar privilegiado en Palma de Mallorca. Un logro que es, sin duda, el resultado de una receta que no resulta indiferente para nadie. Más allá de su singular nombre, hay muchos más enigmas en su propuesta. Para empezar, que Izizi Nunnak no admite reservas. Y, para seguir, que ni siquiera es posible ver un cartel que anuncie su ubicación en el exterior del local. Una suma de misterios que, no nos engañemos, le dan un atractivo único al local.
Y no. A pesar de la expectativa, Izizi Nunnak no desilusiona cuando se entre en sus más de 500 metros cuadrados. Al primer vistazo, no cabe duda que su interiorismo es una auténtica declaración de intenciones. Un “pasa, siéntate, ponte cómodo y disfruta” en toda regla. Su look de carácter urbano industrial es una exquisita puesta en escena. Y no es lo único: el espacio cuenta con una chimenea. Una auténtica incitación si tenemos en cuenta, además, el buen número de sofás Chester que hay dispuestos en su espacio.
A su cuidada decoración le acompaña un espacio escogido con mimo. Y no nos referimos, únicamente, a que esté situado en Portixol, el barrio más cool de Palma de Mallorca y a apenas unos pocos minutos de su centro histórico. Añadido, Izizi Nunnak cuenta con la bendición de tener unas vistas al mar capaces de seducir a cualquier pupila. Una situación privilegiada que no hace más que redondear la experiencia de dejarse llevar por sus propuestas.
Unas perfectas del mediodía hasta bien entrada la noche. Ideales para dejarse cautivar por los sabores de su cocina, por las vistas de su terraza pero, también, por la creatividad que vive y fluye detrás de su barra.
En este singular espacio es donde podemos encontrar a Javi Pont. Un bartender enamorado de su profesión para quien Izizi Nunnak es mucho más que el local en el que ejerce de director. Su relación con este espacio destinado a cautivar los cinco sentidos es, en sí misma, la historia de un reto. Cuando la propuesta de abrir este local en Palma de Mallorca llegó a sus manos, él vivía en Praga. Una ciudad que abandonó para hacer realidad el que se postula como uno de los locales de referencia de la ciudad.
Materializarlo es el fruto de dos años intensos de trabajo a puerta cerrada. Dos años en los que, junto con el socio sin el que no entiende su trayectoria profesional como bartender, logró dar forma al Izizi Nunnak que conocemos en la actualidad.
Pasión, humildad y trabajo: las claves del Head Bartender de Izizi Nunnak
Entender la pasión de Pont, quien tiene junto a su socio una colección de 700 botellas de destilados de todo el mundo como hobby y como manera de formarse, pasa por entender más de su biografía. A pesar de que quería dedicarse a la automoción, una visita a la escuela de hostelería de Islas Baleares cambiaría por completo el rumbo de su vida. No solo se formaría en ella. Además, en su primer año de universidad esta le postularía para el campeonato de coctelería de Baleares. Una competición en la que, con apenas 18 años, quedaría en segundo lugar.
Esta posición le abrió las puertas del Campeonato de España de Barman. Un concurso en el que ganó en la categoría de Jóvenes Barman de España. Un punto de partida para todo lo que vendría después.
Ese después son giros de guión en los que ese socio inseparable que conoció en la universidad y que le acompaña hasta hoy está siempre presente. Primero sería Gran Canaria el destino elegido. Un lugar en el que el flair entraría en sus vidas. Años más tarde sería Londres, una ciudad en la que crecer y aprender eran sus máximas. Su última parada antes de regresar a su Mallorca natal a dar forma a Izizi Nunnak sería Praga. Una capital en la que acabarían dirigiendo juntos una coctelería con show.
¿Cuál es el botánico o el garnishsin el que no podrías vivir? La fruta de la pasión. Para mí, su acidez equilibra una copa además de dar mucho juego. Aunque ahora estoy enamorándome de las moras. Tampoco podría vivir sin el romero, la albahaca y la hierbabuena.
El bartender ¿nace o se hace? Para mí se hace. Puede haber gente que nace en un negocio de hostelería y lo maman desde pequeños. Pero hay muchos otros que nos hacemos profesionales con ganas, entusiasmo, actitud y humildad. Mi padre trabajó toda la vida en un almacén de bebidas alcohólicas. Y, a pesar de ello, a mí de aquella no me llamaban lo más mínimo la atención.
¿Hacia dónde crees que evoluciona la coctelería en España? Hemos avanzado mucho en la última década pero, comparándolo con otros países, nos queda mucho por hacer. El gin tonic y su boom ayudaron muchísimo a entender en España la riqueza de la coctelería. Cada vez veo más profesionales, gente queriéndose formar más y más. Incluso a nivel de asociaciones de bartenders, y de la cultura del propio cliente. Todo suma.
¿Qué es lo más divertido que te ha pasado detrás de la barra? Hace unos años, mi socio y yo decidimos llevar la coctelería premium a las fiestas de un pueblo de aquí cerca. Una práctica que seguimos repitiendo, ya que nuestro pequeño establecimiento efímero es una nota diferente en las celebraciones. El caso es que teníamos a un bartender italiano haciendo un cóctel con puré de frambuesas. Y, de pronto, la coctelera se abrió manchando a todo el mundo. Para salir al paso, hicimos una ronda de chupitos para todo el que estuviera manchado. ¡De alguna manera teníamos que salir al paso de semejante engorro!
¿Por qué cóctel sientes especial predilección? Suelo tomar Negroni, que es un cóctel que me fascina. Tengo ocho versiones de Negroni con ocho ginebras y vermuts distintos en la carta del local. Una de ellas con Brockmans. También me gusta mucho un Tommy’s Margarita o un Martinez.
¿Qué es lo que más te gusta de Brockmans? Es una ginebra que, en un sentido estricto, no podemos definir de clásica, que es cómo se entiende la London Dry, pero me encanta el equilibrio que tiene. Es súper versátil en coctelería o, simplemente, para tomar copas. Y, encima, le gusta a todo el mundo.
“Purple Rain”, ¿por qué has llamado así a tu cóctel? Por la canción. El color del cóctel es morado gracias a la mezcla de mora natural con zumo natural. Y la suma de canción y cóctel es perfecta.
Ingredientes del cóctel con Brockmans de Izizi Nunnak
- Brockmans Gin
- Flor de sauco
- Vainilla
- Moras
- Zumo de lima
- Zumo de manzana
Elaboración del cóctel de Izizi Nunnak
Machacar las moras. Añadir, junto con el resto de los ingredientes, en una coctelera con hielo macizo.
Agitar enérgicamente. Colar antes de servir en copa de vino llena de hielo picado.
Un cóctel delicioso y elegante que sabe de una manera distinta en Izizi Nunnak. Un trago que lleva el sello de un espacio pensado para entregarse al placer mirando al mar.