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Torta del Casar, cremoso placer

La Torta del Casar es un delicioso queso elaborado en Extremadura, y regulado por la Denominación de Origen Torta del Casar, de ámbito europeo. Se trata de un queso elaborado con cuajo vegetal y leche cruda de oveja.

Una de los mayores satisfacciones para un gourmet es disfrutar del cremoso placer de untar un trozo de pan con Torta del Casar. Este queso de pasta blanda es delicioso para tomar tanto sólo como en combinación con otros ingredientes, e incluso resulta excelente para cocinar.

La Torta del Casar se produce en una serie de municipios cacereños, en los que se elabora con leche cruda de oveja. La leche se cuaja con cuajo vegetal, de cardo silvestre, dejando entre 28º y 32 °C durante una hora aproximadamente para conseguir una crema líquida y densa, que es la principal cualidad de esta variedad de queso.

Después de cuajar la leche,  se mete la cuajada en moldes cilíndricos y se prensa durante 3-8 horas, se le aplica sal y se deja secar y madurar durante dos meses a unos 6ºC y con una humedad relativa de entre un 75 y un 90 % . Así se obtiene este queso tan cremoso y característico que ha dado fama a la zona y que gusta tanto a los que lo prueban.

Historia y leyenda

En cuanto a su origen, la historia dice que la aldea del Casar tenía un Privilegio otorgado por el Rey Sancho IV en 1291, para que el ganado pudiera pastar por la zona en libertad. Después incluso hay textos que documentan que esta variedad queso se utilizaba incluso como un medio o forma de pago.

Elaboración y disfrute de la Torta del Casar

La leyenda dice que el queso surgió cuando un pastor, después de ordeñar paró a echarse una siesta en una zona donde había cardos, y algunos de los pistilos de esos cardos cayeron en el balde donde portaba la leche, produciendo la reacción que originó el cuajado de ésta.

Al parecer los maestros queseros que elaboraban quesos en la zona, observaron que en ocasiones algunos quesos se atortaban, nombre que daban a algunos quesos cuya forma se abombaba y que al abrirlos estaban rellenos de una pasta cremosa en lugar de ser de pasta dura.

Estos quesos no se podían vender pues daban mala imagen a los productores y se reservaban para su consumo por los propios elaboradores y sus familias. Después, al valorarse su sabor y encontrar la cremosidad como una virtud y no un defecto, se comenzó a elaborar el queso “a sabiendas” para que se produjera el atortamiento del mismo.

Sea historia o leyenda, es evidente que hoy la Torta del Casar es un queso valorado nacional e internacionalmente por todos los conocedores de la gastronomía. Un cremoso placer que todos tenemos ocasión de probar y disfrutar.

Fotos | Bec Tor en Flickr