Brockmans /
Bulgaria: un paseo por el jardín botánico de Europa
Desde tiempos remotos, este país europeo fue el nexo de unión con Oriente y Asia, a través de aquella imponente Ruta de la Seda. Los mercaderes que iban y venían, dejaban por el camino muchas de las semillas de flores, hierbas y especias cotizadísimas por las grandes fortunas de todo el mundo.
Así, poco a poco, se fue formando el jardín botánico de Europa, en una Bulgaria que exporta anualmente más de 15.000 toneladas de hierbas medicinales. Algunas de ellas son especies endémicas, esenciales para la curación de enfermedades. Otras son empleadas en campos como la gastronomía o la enología. La misma UNESCO no ha podido evadirse de tanta riqueza y entre paisajes balcánicos y espacios naturales, ha declarado más de una zona como Reserva de la Biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad.
Desde efectos potenciadores de la líbido masculina, como la famosa sideritis scardica, empleada para elaborar el té de mursalitsa, también conocido como ‘viagra búlgaro’; hasta aceites esenciales como el que se extrae de la lavanda. La flora de Bulgaria abarca un amplio espectro de propiedades útiles para el ser humano.
Pero si hay una especie hacia la que tengamos una especial predilección en nuestro blog ese es el cilantro búlgaro, uno de los botánicos de la ginebra Brockmans. Su papel consiste en desvelar sus propiedades aromáticas con matices de jengibre, de salvia y de naranja. Unos aromas que maridan de forma exquisita con las suaves y redondas armonías de los arándanos azules y las moras.
No hay más que disfrutar de un delicioso trago largo de Brockmans, combinado con una buena tónica y podremos deleitarnos con una parte de esa esencia de las hierbas búlgaras, que prestan a nuestra ginebra un paladar único.
Fotos: Voilemyheart, Javiersanp