Cóctel The Curious Blue

Es momento de comenzar a buscar cócteles que nos ayuden a refrigerar las altas temperaturas. Una forma deliciosa de acompañar las noches de verano y de disfrutarlas más todavía. Para esos momentos, nada como descubrir esta singular propuesta en la que los sabores botánicos son protagonistas.

Con el aumento de las temperaturas propio de la primavera y el verano, toca apostar por bebidas que atemperen las veladas. Una forma de disfrutar de la noche con sabores refrescantes, esos que apetece paladear sobre todo con el calor y que parecen dar por zanjados los meses de frío.

Siguiendo la estela de las tendencias de coctelería para esta primavera-verano y de esos sabores protagonistas de la temporada, los cócteles con infusionados se consagran como los favoritos por su carácter fresco y ligero. Unos combinados en los que los tonos herbales, florales y botánicos reinan por encima de todos los demás matices como auténticos aliados contra el calor.

Por eso y pensando en esas noches cálidas que a pesar de ser más cortas pueden alargarse hasta el amanecer, hemos creado The Curious Blue: un cóctel que incluye un guiño en su propio apelativo.

A pesar de su nombre, no hay nada azul en su apariencia pero sí en su receta. Y es que este cóctel supone un auténtico homenaje tanto a uno de los botánicos más singulares de Brockmans como a uno de los ingredientes protagonistas de su receta: los arándanos azules.

Unas bayas que no solo forman parte de una ginebra Like No Other sino que, además, dejan su singular impronta de sabor en un cóctel perfecto para los amantes de los matices frescos y naturales.

Para acabar de redondear este cóctel, una pizca de misterio. Un ingrediente que es parte de su receta, aunque solo sea en su presentación final. Y es que, gracias al uso de hielo seco, este cóctel contará con un singular golpe de efecto al servirlo: una intrigante neblina que nos acompañará mientras lo disfrutamos.

Para preparar The Curious Blue, incluimos en una coctelera con hielo:
– 40 ml. de Brockmans Gin
– 10 ml. de licor de arándanos
– 10 ml. de zumo de limón
– 60 ml. de puré de arándanos

Agitamos de forma enérgica y servimos en un vaso alto estilo Collins con hielo granizo. Cubrimos de cubos de hielo seco antes de añadir entre 50 y 70 mililitros de cerveza de jengibre.

Decoramos con una ramita de menta y una banderilla con tres arándanos azules.

Una elaboración sencilla que no por eso desmerece su delicioso sabor. Una propuesta para saborear las veladas de verano sin renunciar ni a la frescura ni a la sensualidad. Una manera de convertir en única una noche más con su solo recuerdo.

Para ello, nada como acompañar este cóctel con una banda sonora perfecta. Una que comparta ese atractivo propio de las noches de verano en las que, a pesar de las horas, el tiempo sabe de otra manera.