Brockmans /

El café, un mundo de aromas

El café es preludio de la mañana, es el colofón del placer en la buena mesa y compañero de tertulias y reuniones de amigos. Una buen día comienza con un buen café. Una buena comida, se remata con un buen café.  El café es un mundo de aromas que podemos disfrutar con los cinco sentidos.

El lujo de disfrutar un buen café, –como el de disfrutar una ginebra como Brockmans–. nos hace percibir sus aromas, alegrarnos el gusto con sus deliciosos sabores, disfrutar con la vista, o incluso percibir agradables sensaciones con el oído y el tacto.

En la presentación de una nueva gama de café especial y exclusivo para hostelería llamado Piazza D’Oro que tuvo lugar en el la Terraza del Casino de Madrid pudimos comprobarlo personalmente y elevar nuestros sentidos al máximo nivel de placer. La marca Piazza D’Oro llega a España, pero solamente a las cafeterías y barras más exclusivas de la ciudad, donde se podrá disfrutar ese momento especial, ese perfect serve del café con los cinco sentidos. ¿Cuál es el secreto de este café? Una mezcla perfecta una selección del grano para conseguir un perfect blend.

Los profesionales lo tienen muy claro. Para tomar un café perfecto hacen falta dos elementos imprescindibles. Un café de primerísima calidad como Piazza d’Oro, y un barista que sepa prepararlo y servirlo tal como se debe. Por ese motivo, este café solamente se encontrará en los mejores locales donde lo prepare un auténtico profesional del café.

Si partes de un café 100% arábica de calidad y lo preparas con el arte de un barista profesional, es fácil adelantar que vas a triunfar con el café. Empezamos con el olfato que desde el primer momento percibirá los deliciosos aromas que llegan hasta el: desde el molido del grano, hasta el momento de ver como la cafetera filtra el espresso gota a gota, nuestros sensores se excitan con un mundo de aromas.

Preparando un cafe Piazza D’oro

También se despierta el oído, con el sonido del café goteando en una cafetera cónica para hacer la deliciosa infusión, o en una cafetería con el ruido del vaporizador calentando la leche para convertirla en la espuma con la que dibujará el barista. Al dar el primer trago, las notas dulces del cacao nos transportan a países remotos y nos parece escuchar las canciones de los cafeteros recogiendo el preciado grano.

Así también disfrutaremos con la vista, ya que ver trabajar a estos profesionales es en sí mismo un disfrute para los sentidos. Cada movimiento está estudiado y el resultado, nos hace felices: cafés con flores, corazones y otros dibujos, manteniendo la esencia de un café elaborado con precisos movimientos de muñeca.

El tacto nos permite disfrutar de la densidad y cremosidad de la bebida, así como de la calidad de la taza en la que degustamos el café y finalmente, llega el gusto. Entre los sensores de la lengua y los receptores de la nariz, se combinan los aromas y texturas. Notamos los matices afrutados, llenos de personalidad. Percibimos o recordamos el aroma del cacao, el toque de amargo perfecto, lo combinamos y sonreimos, pues nos estamos deleitando.

Solamente nos falta conocer cuáles serán los locales que ofrecerán este mágico café Piazza d’Oro pero probablemente tendrán un rasgo común. Serán locales como los que ofrecen un Gin tonic perfecto, aquellos que se preocupan de sus clientes y saben de su exigencia.

Fotos | Pakus en Flickr