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Consejos para hacer cócteles
Ser el perfecto anfitrión, sorprender a alguien o convertir un rato cualquiera en uno excepcional. Hay muchos motivos para hacer cócteles a nuestros invitados o amigos. Tantos como personas amantes de estos combinados existen. Cada vez más, los cuadernos de recetas que todos tenemos en casa cuentan también con un capítulo especial para este tipo de bebidas.
Fórmulas de auténtica alquimia que nos permiten disfrutar de esos sabores con nombre propio de las barras.
Aunque nos ayudemos de alguna APP de coctelería para hacer cócteles, es importante no perder de vista algunos detalles que no suelen aparecer en las guías. Unos que nos permitirán que nuestro cóctel sea lo más parecido posible al elaborado por profesionales.
10 CONSEJOS PARA HACER CÓCTELES
Antes de entrar en detalle sobre nuestros consejos para hacer cócteles, partamos de un punto: ser respetuosos con las recetas. Si decidimos realizar un combinado del que tenemos una receta original, lo ideal es que no decidamos cambiar las proporciones. Por más que creamos que este momento creativo es una licencia que nos podemos permitir, lo cierto es que puede estropear el sabor de nuestro cóctel.
1. El hielo, mucho más que un complemento
Capítulo aparte merecen los distintos tipos de hielo utilizados en coctelería. Y es que, lejos de ser únicamente algo que enfría la bebida, el peso del hielo va mucho más allá. Es el encargado de suavizar el alcohol, de fusionar los distintos licores o destilados; y, también, de realzar el aroma de un cóctel.
Por estos motivos, es importante utilizar siempre por un hielo premium que no aporte ningún tipo de sabor añadido a nuestra mezcla.
2. Seguir el orden de la receta
Paso a paso. Aunque pueda parecer algo mucho más terrenal, hacer cócteles es en gran medida cuestión de aritmética. Algo que nos obliga a seguir el orden de una elaboración de manera fidedigna.
3. Elegir ingredientes de calidad
Fundamental y básico. Un aspecto vital para el resultado final de un cóctel. Al igual que en una receta de cocina, la calidad de los ingredientes hará que nuestro cóctel esté mucho más rico. Un buen motivo para elegir destilados premium, para decantarnos por los zumos naturales en lugar de los envasados; o para culminar con fruta fresca en lugar de deshidratada.
Por más que creamos que son detalles sin importancia, cuidar estos aspectos es fundamental a la hora de hacer cócteles.
4. Repasar la receta antes de comenzar
Para no llevarnos sorpresas o encontrarnos con que, a mitad de la elaboración, no podemos continuar. Lo ideal al hacer cócteles es que juguemos con los mismos elementos que utilizan los profesionales. O, lo que es lo mismo, que organicemos nuestra mise en place particular con utensilios, ingredientes, alcoholes o cualquier otro elemento que requiera la mezcla.
Tampoco está de más echarle un vistazo a un diccionario de términos de coctelería antes de empezar a hacer cócteles. Así no nos pillará por sorpresa la ejecución.
5. Prestar atención a la cristalería
El uso de uno u otro recipiente de los tipos de cristalería para cócteles no es aleatorio. En muchas ocasiones, una determinada copa es un auténtico icono de un cóctel. Algo que no se debe solo a razones estéticas sino, también, a cómo incide en el disfrute de la mezcla. Disfrutar de un gin tonic en una copa de balón no es solo cuestión de moda: la amplitud de la embocadura del recipiente permite oxigenar la mezcla y percibir mejor sus matices.
Una razón de peso para que, al hacer cócteles, tratemos de servirlo en la copa o vaso adecuados.
6. Cuidar los utensilios
Por más que creamos que podemos remover o colar con cualquier utensilio, en coctelería se rompe esta máxima. Hacer cócteles conlleva cuidar, incluso, las herramientas con las que se elaboran. La única manera de evitar aportar sabores o aromas ajenos a nuestro combinado. Además de desterrar cualquier utensilio utilizado en la cocina, también hay que cuidar el material con el que estén fabricados los que utilicemos.
Lo ideal es decantarse por el acero inoxidable. Un auténtico aliado de fácil lavado y, sobre todo, completamente hermético en lo que respecta a absorber o aportar sabores indeseados.
7. Ponerle cariño a la elaboración
Las prisas son enemigas de hacer cócteles. Si nos lanzamos a la elaboración de una receta, tendrá que ser respetando los tiempos de cada paso. Si se nos indica un número determinado de gotas, tendremos que contarlas con tiento. Si tenemos que dejar alguna preparación en reposo, que no nos puedan las ganas de saborear el cóctel. Respetar estos plazos nos permitirá disfrutar el resultado como se merece.
8. Utilizar con tiento la coctelera
Todos tenemos en la retina la imagen de Tom Cruise en “Cocktail” agitando al borde del descoyunte la coctelera. Craso error legado por el cine. En realidad, para hacer un cóctel no es necesario batir de esa manera la mezcla. Basta con hacerlo de manera rítmica y enérgica, y apenas unos segundos.
Además, no todas las bebidas son susceptibles de pasar por la coctelera. Si al hacer cócteles nuestras recetas llevan vinos espumosos, Champagnes o soda siempre tendremos que añadirlos después. La coctelera acabará con esa sensación espumosa de este tipo de bebidas. Algo que, por tanto, repercutirá en negativo en la mezcla final.
9. Decorar sin exagerar
Súmate a la norma de “menos es más”. Y es que, aunque creemos que todo cabe en una copa, nada más lejos de la realidad. El garnish de un cóctel debe tener, como cada ingrediente, un motivo de peso para estar presente en ella. Aunque podemos jugar con algunos elementos como mera decoración, incluso estos tendrán que tener una lógica. Una razón de existir, ya sea para potenciar un determinado aroma o sabor; o bien, para crear una sensación equilibrada con los ingredientes de la copa.
Si estamos preparando un cóctel muy aromático, tendremos que ser parcos en los perfumes de la decoración. Si, por ejemplo, la receta cuenta con una buena dosis de un determinado cítrico la decoración no debe ser con el mismo: utilizar cualquier otro de la misma familia permitirá mejorar su equilibrio.
10. Crear menguando siempre el alcohol
A menudo, sentimos la imperiosa necesidad de inventar nuestro propio cóctel. Algo para lo que no siempre estamos preparados, y que puede jugarnos una mala pasada. Si nuestro conocimiento de los sabores o nuestra intuición nos dicen que es el momento, tendremos que reducir la graduación alcohólica de la copa. Una manera de evitar ese “un poquito más” que puede estropear por completo un combinado.
Un decálogo de consejos para hacer cócteles que nos ayudará a tener éxito con el nuestro.
Diez sugerencias que seguir a pie juntillas si queremos experimentar en casa con el rigor con el que los profesionales de este sector desarrollan su labor.